27 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Y aquello se llamó… ¡voluntad política! 

Por Claudia Posada 

A principios de este año, en Davos (Suiza), cuando se llevó a cabo el Foro Económico Mundial, el Presidente Gustavo Petro y el magante Bill Gates, conversaron sobre Inteligencia artificial, inversión en energías verdes y sustitución de economías ilícitas por lícitas para lograr la Paz en Colombia; así que podría pensarse que a raíz de este encuentro pudo haber nacido la idea de conformar un Comité de Expertos de Alto Nivel sobre IA, integrado por profesionales colombianos residentes en el exterior o en el territorio nacional, en diversos campos de conocimiento y con alta experiencia en el desarrollo, aplicación y aprendizaje de la IA; tarea de la que se encarga el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, por lo cual acaba de lanzar una convocatoria en  el marco del compromiso del Gobierno Nacional de Colombia por impulsar el desarrollo responsable y ético de la Inteligencia Artificial (IA). 

Recientemente, para varios medios de comunicación del mundo, Bill Gates declaró sus opiniones entusiastas sobre lo que será la vida, en pocos años, compartiendo el día a día con las aplicaciones tecnológicas que ofrece la IA y se arriesgó a predecir que será transformadora para bien; sin embargo, existe el temor subyacente de que la inteligencia artificial eliminará millones de puestos de trabajo. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, informó que alrededor del 40% de los puestos de trabajo de todo el mundo podrían verse afectados por el auge de esta tecnología. 

«Como nos pasó [con] la productividad agrícola en 1900, la gente se preguntaba: ‘Oye, ¿qué va a hacer la gente?’ De hecho, se crearon muchas cosas nuevas, muchas categorías laborales nuevas, y estamos mucho mejor que cuando todo el mundo se dedicaba a las labores del campo», dijo Gates. «Esto será así», refiriéndose a las posibilidades de la IA. En una entrevista con Fareed Zakaria de CNN, Gates aseguró que, en el campo de la medicina, y para el sector educativo, por ejemplo, la IA hará la vida de todos más fácil. Dado que no es necesario «mucho hardware nuevo», y dijo también que el acceso a la IA se hará “a través del teléfono o el PC que ya tienes conectado a través de la conexión a internet que ya tienes». También dijo que “las mejoras con el ChatGPT-4 de OpenAI son espectaculares porque puede esencialmente leer y escribir, por lo que es casi como tener un trabajador de cuello blanco para ser tutor, dar consejos de salud, ayudar a escribir códigos, ayudar con las llamadas de soporte técnico». Dijo que incorporar esa tecnología a los sectores educativo o médico será «fantástico». 

El FMI, en uno de sus informes afirma que la IA agravaría la desigualdad si no hay intervención de los políticos. Y aquí vienen las preocupaciones nuestras cuando se plantea la reglamentación como uno de los aspectos más importantes de las aplicaciones y uso de las herramientas tecnológicas que vienen a incorporarse a la cotidianidad del mundo laboral, si pensamos en la poca responsabilidad y falta de eficacia legislativa a la hora de reglamentar, tarea de nuestra clase política. Como lo asegura Bill Gates: «En un futuro cercano, cualquiera que esté en línea podrá tener un asistente personal impulsado por inteligencia artificial que va mucho más allá de la tecnología actual». Y, «En los próximos cinco años esto cambiará por completo. No tendrás que usar diferentes aplicaciones para diferentes tareas. Simplemente le dirás a tu dispositivo, en el lenguaje cotidiano, lo que quieres hacer. Y dependiendo de la cantidad de información que elijas compartir con él, el software podrá responder personalmente porque tendrá una rica comprensión de tu vida». Y aclara: “Sin embargo, nunca reemplazará el trabajo que los estudiantes y los maestros hacen juntos en el salón de clases”. 

Los temas centrales del corto encuentro de Petro con Gates, fueron la inteligencia artificial, inversión en energías verdes y sustitución de economías ilícitas por lícitas: »Estuvimos hablando, en un breve tiempo, de la inteligencia artificial, de la posibilidad de que Colombia se convierta en un hub de inteligencia artificial, que implica data centers inmensos, sobre la base de un mayor consumo de energías limpias, en lo cual Colombia tiene potencialidad», se supo de esa conversación. Sin embargo, conociendo las reacciones de los opositores a programas y reformas que tengan la marca del actual gobierno, es fácil pensar que, al finalizar el actual mandato, no será cuando tengamos adelantos significativos en materia de preparación para el arribo próximo de la IA cargado de las transformaciones que acarrea, ni que vamos a estar mínimamente preparados. Son las mentes abiertas, sin prejuicios y resabios, pero, sobre todo sí, con ánimo progresista, lo que conviene a un país como el nuestro, por donde se le mire.  

Si las reformas como la de la Salud, no consiguió consensos que son relativamente fáciles de lograr cuando hay sinceros deseos de servirle a las gentes de menores recursos y posibilidades, pues tal parece que se imponen criterios con sombras, intereses personales y compromisos con sectores de las clases dominantes, poco le importará a esa clase de políticos mañosos, responder a las aspiraciones sociales. Cómo serán de marrulleros algunos de nuestros legisladores que, sin presentarse aún la alternativa a la Reforma a la Salud previniendo que se entierre definitivamente, ya, sin estar redactada y conocida, sin vergüenza alguna, anunciaron que no la aprobarán. 

Hubo una vez, en una historia lejana, algo provechoso para el pueblo, y se llamó… ¡Voluntad política!