27 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El peligro de la salud es la ignorancia de la ministra Corcho 

Gabriel zapata


Por Gabriel Zapata Corre 

La presencia de la ministra de la Salud esta semana en el Congreso, Carolina Corcho, sembró más angustias y dejó el terreno abonado de pánico porque no dio luces hacia dónde va el gobierno con la planteada y confusa reforma a las EPS. 

No es fácil comprender cómo una ministra es capaz de generar tantas incertidumbres juntas en este sector, el cual, en contravía de lo que ella conceptúa desde la campaña presidencial, está ubicado entre los 20 mejores del mundo, y no es uno de los peores como lo afirma también el presidente candidato Petro. 

Hay unos conceptos respetables e irrefutables que la ministra Corcho no dimensiona y quiere desconocer. Mauricio Rubio presidente ejecutivo del hospital Méderi dice que “Un sistema que atiende dos millones de personas al día debe tener claridades”, y que por eso “hay incertidumbre de que se hagan cambios en el sistema de salud sin consultar primero”. 

El neurocirujano Remberto Burgos agregó que, en Colombia, al año se prestan casi 800 millones de atenciones, 2,2 millones diarias, 91.116 atenciones por hora y 1.500 atenciones por minuto. Entonces la ministra Corcho no puede hablar que el sistema de salud en Colombia y las EPS trabajan más para la muerte que para la vida, y solo por su caja registradora. 

El tono de la ministra desde que llegó al cargo no se ha moderado, de aquel que siempre empleó como activista. Voceros de diferentes sectores de la salud sostienen que cada día lo agudiza más, con un ingrediente que genera mucha preocupación: el desconocimiento del área de la salud, y cómo funciona en realidad. 

Ella ha dicho que el modelo de salud, al que califica de “neoliberal”, realmente “no funcionó” y que “hay una crisis evidente”, que “el sistema se desmoronó” y que es “perverso”. Y ha ofendido a los diversos actores de la salud, al decir cosas como que “el sistema invita a robar”. 

Consultados varios dirigentes de la salud, consideran que la ministra los mira con desconfianza y, como si fuera poco, los trata como “ladrones”. 

En este mar de contradicciones e incoherencias de la ministra Corcho, el Consejo Gremial lanzó esta semana la mayor voz de alerta y aseguró que no es “recomendable experimentar” y que “un paso en falso afectaría a todos los hogares del país”. 

La Andi también rechazó de frente las insinuaciones “sistemáticas y generalizadas” de la ministra en el sentido de que las EPS desvían recursos públicos y aseguró que ese clima de zozobra “se irradia entre todos los agentes del sistema y ha llegado hasta los usuarios”. 

La verdad es que nadie sabe para dónde lleva la ministra Corcho al sector de la salud. Algunos analistas sostienen que la titular de esta cartera busca generar una incertidumbre tal, que lo conduzca a una crisis que le permita justificar el revolcón a las EPS que está anunciando desde que se posesionó. 

Ella misma lo dijo en una conversación pública con el médico italiano Federico Gelli, el mismo que atendió al presidente en Italia cuando se contagió de Covid. La ministra dijo: “Debe haber una crisis explícita clara que le permita a la sociedad entender que se necesita el cambio. Y que en medio de la crisis surja una alternativa”. Más claro no canta un gallo. 

Uno de sus objetivos es desfinanciar a las EPS, porque las considera ineficientes y ahí ocasionaría la crisis que necesita crear para justificar la intervención de la salud. Miren que Ricardo Ávila, exdirector de Portafolio, lo planteó en los siguientes términos al mostrar los impactos del desfinanciamiento: “¿Fue tal afirmación un preaviso de la intención del Gobierno de crear de manera deliberada una debacle para demostrar que la estructura vigente no funciona? Los hechos recientes no desdicen esa interpretación”. 

Pero la ministra Corcho ya aceptó esta tesis con esta afirmación: “Han dicho que vamos a inducir una crisis, pero la salud ya está en crisis”.  

Sin embargo, el exministro Fernando Ruiz, del gobierno Duque, salió a contradecir a la ministra por los medios: “Colombia ha tenido muy buenas EPS y las sigue teniendo. Hemos venido con un proceso de depuración con acuerdos de punto final y pagando las deudas. Hemos venido eliminando las empresas que no funcionan, pero tenemos que tener claro que hay EPS que hacen un muy buen trabajo. El activismo no tiene sentido cuando uno está hablando de una responsabilidad tan grande, como es la salud de los colombianos”. 

La ministra Corcho le ha hecho tanto daño a la salud con sus declaraciones incoherentes e inoportunas, como su colega Irene Vélez en el sector energético cuando confunde hidrocarburos con carbohidratos. Ignorancia total. 

La ministra evade entrevistas con los medios especializados, y continúa lanzando propuestas descontextualizadas en medio de su ignorancia. 

Por eso nos parece sensato que se pida un diálogo nacional de todos los sectores de la salud con la ministra Corcho, por lo menos para que ella entienda que hace rato no es activista, y que no puede jugar más con la salud de los colombianos.