27 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Qué está leyendo Gardeazabal: El General Mascachochas

@eljodario 

Solo los odios renovados entre popayanejos han impedido que un libro como el que escribió Omar Henry Velasco sobre el General Tomás Cipriano de Mosquera, fundamental para entender la historia colombiana, no ha tenido todavía ni eco ni consagración valederas así lo haya editado la Universidad del Cauca.  

En ese texto casi que nos entregan las llaves para entender la triste historia colombiana, de enfrentamiento en enfrentamiento, asimilando lo que sucedió en Popayán entre 1810 cuando gestó la independencia y 1920, cuando el ferrocarril llegó a Buenaventura, y la ilustre ciudad rectora comenzó a retroceder en poderío y grandeza. 

La tarea de Velasco para retratar al señor Mosquera, 5 veces presidente, aunque debió haber sido muy dispendiosa, discurre con facilidad asombrosa como el agua termal que bajaba de Coconuco porque adopta una sola línea: la correspondencia de Tomás Cipriano. Y como el máximo heredero de todos los blasones hidalgos, que se ensortijaron endogámicamente en Popayán, guardó una a una las cartas que envió y las que le enviaron y sus secretarios y sus mujeres las archivaron debidamente, el libro permite conocer en detalle todo lo que constituyeron la fortaleza y las debilidades, la grandeza y el mito del General Mascachochas, como lo llamaron desde cuando en una de las tantas batallas que libró en su vida, la de Barbacoas, le volaron la quijada.  

Mosquera fue estudioso disciplinado, rico por herencia y atrevido por naturaleza. Mosquera fue cruel y despiadado, estratégico y generoso. Tuvo una esposa oficial y un harem de mujeres estruendosas que se asomaron tras las cortinas de los palacios donde vivió o de las mansiones y hoteles lujosos a los que arrimó en sus viajes a Europa y Estados Unidos, a Quito y a Lima y a Cartagena. Con algunas de ellas tuvo hijos que no por ilegítimos dejó de reconocer y a todos su sumisa y esclava esposa, Arboleda de abolengo, los recibió en su hogar. Trabajador incansable, hacedor de fortuna y despilfarrador de ella para hacerse sentir como aristócrata, sabía administrar a Colombia y pensaba en grande y en su futuro. 

El libro lo enmarca perfectamente sin emitir juicio dañino, solo retratándolo como en los daguerrotipos que heredó la historia de su altiva figura. Lo lleva desde su infancia hasta su último día, cuando muere en Coconuco a los 80 años, pivoteándolo con los dos alfiles con los cuales hizo la guerra y la paz, sembró odios y progreso, Obando y José Hilario López.  

No es solamente el libro del gran general subtitulado MAS ALLÁ DEL PODER Y LA GLORIA. Es el libro de cuando Popayán y sus líderes dirigían con sus actitudes, muchas veces equivocadas y rencorosas, el destino que iba tomando Colombia.  

Por eso resulta tan fundamental hacerle eco y referenciar todo análisis no sobre el mitológico e inigualable personaje que fue Tomás Cipriano sino a la manera como le construye al lector las a veces oscura y otras carnavalesca historia de nuestra patria. Es un trabajo admirable. (Opinión). 

 

Escuche al maestro Gustavo Avarez Gardeazábal.