Los Susurros de Kico Becerra

Por Francisco Becerra

Ante el ruido que se ha venido haciendo por la supuesta toma del comunismo de la Cámara de Comercio de Cali, resolví indagar qué es lo que está pasando.

Resulta que como es lo normal, cada que llega un nuevo gobierno el presidente nombra sus delegados en las juntas de las Cámaras de Comercio y eso produce, por lo general, conmoción en esos exclusivos estamentos.

Cada presidente nombra personas propuestas por sus amigos locales; Duque nombró a sus amigos e incluso cambiaron al director ejecutivo, nombrando a un ex viceministro de su gobierno.

Ahora sucedió lo mismo; la verdad no encontré ningún socialista de extrema izquierda en los representantes de Petro, cosa que me sorprendió; por el contrario, son ricos empresarios del transporte o curtidos dirigentes políticos que han transitado por varios partidos de derecha.

Pregunté entonces por el «temido» candidato que algunos de los miembros de la junta quieren proponer como director y me encontré con tamaña sorpresa, al saber que se trataba de una persona de la cual nadie me habló mal; por el contrario, no me daban sino buenas referencias.

El joven Julián Franco (a quien no conozco personalmente) es reconocido por su buena labor como secretario de turismo, donde ha demostrado liderazgo y palpables ejecutorias; no es Petrista, ni militante de ningún partido de izquierda; es una persona cercana al alcalde Eder y a la Goberdilian; tiene reconocimiento de los líderes gremiales locales y nacionales.

Fue tanta mi sorpresa que llegué a pensar que era una mala información respecto a que ese era el «candidato comunista» del Petrismo, para la dirección de la cámara de comercio.

¿Será que algunos miembros de la junta de la Cámara de Comercio de Cali quieren que el petrismo radical les imponga un candidato militante y con el poder del gobierno se les tome esa entidad, como sucedió en Bogotá?

Parece una historia macondiana donde se ataca a los buenos del mismo bando, abriendo las puertas al enemigo real para que los arrase. Ese cuento se podría llamar: «El fantasma de la Cámara».

Ñapa: Se destapó Petro con su amenaza de Constituyente para suplantar al Congreso. Se olvida que, para citar una Constituyente se debe pasar una ley, por el Congreso que él quiere acabar y, suponiendo que el Congreso se auto emascule u cape que llaman, ¿quién le garantiza que va a tener mayoría? Le podría pasar lo de Boric en Chile, donde los de centro y derecha se tomaron la constituyente y podrían reversar la Constitución del 91.

Nuevo error político de Petro, producto de su verborrea esquizofrénica. (Opinión).

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