26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El poder de la palabra: Cultivaremos la vida

@LuisFSuarezV @GobAntioquia 

Por Luis Fernando Suárez Vélez 

Secretario de Seguridad y Derechos Humanos. 

A finales de julio celebramos los cien años de vida municipal de Betania con una fiesta que incluyó sesión descentralizada de la Asamblea Departamental. La institucionalidad y la comunidad nos reunimos en esa “Perla del Citará” y la declaramos como lugar de paz, de construcción de oportunidades. Pero debemos admitir que ese bello municipio también ha sido escenario de hechos violentos y no podemos dejarlo solo, como ha dicho el gobernador Aníbal Gaviria, no podemos ser indiferentes ante el dolor de nuestros hermanos. 

Por eso iremos este viernes, para asomarnos todos en ese “Mirador del Suroeste”, y desde allí otear el horizonte para gritarles a los violentos que Antioquia es territorio de paz y Noviolencia. Desde hace muchas décadas, esta sociedad decidió no dejarse vencer por los violentos ni los ilegales que en procura de sus beneficios individuales no tienen empacho en sembrar nuestros campos de sangre y de dolor. Nuestro compromiso es defender la vida y buscar mejores oportunidades para todos, no podemos estar tranquilos ante la zozobra de nuestros coterráneos. 

No es un camino tranquilo ni fácil, pero si lo transitamos unidos es más sencillo. Nuestra determinación es no ahorrar esfuerzos para que las siguientes generaciones no tengan que cargar la estela de dolor que nos correspondió a nosotros y a quienes nos antecedieron. Seguramente habrá baches y bemoles, pero en unidad es más llevadera la carga, además nos impulsa el espíritu de la Noviolencia que hemos cultivado y que nos enseña que por la vida hemos de dar, hasta la vida misma. 

Por eso lo del viernes 12 en Betania será una fiesta de la vida. Un momento de encuentro para celebrar que somos capaces de construir, así sea más difícil que destruir. Una fiesta, un carnaval para celebrar actividades que debemos cuidar como la cosecha del café que nos representa, nos da identidad y genera oportunidades. Por eso queremos cultivar la vida, celebrar la unidad y festejar la alegría de saber que no estamos solos. 

En la meseta de Betania nos reuniremos con alcaldes y representantes de la sociedad de todo el suroeste, pero confiamos en que habrá gente de otras regiones del departamento y que desde el espíritu estaremos todos unidos en torno a la fiesta de la vida. Nadie se puede quedar indiferente, porque la vida nos obliga a todos y el dolor de una zona se refleja en otra. Por eso nos duele cada muerte violenta, en cualquier lugar de nuestra geografía, nos avergüenza cada feminicidio y cada abuso, nos compromete cada situación. Somos parte de un todo y por eso la indolencia no es una opción. 

En julio, reclamábamos la presencia de Aníbal Gaviria en Betania, el suroeste y Antioquia. Esta semana iremos allá con él, para reiterar que la institucionalidad está por encima de las perversidades. Ese hombre honesto y trabajador es quien ha motivado el encuentro para que cultivemos la vida, porque más que el suyo, le duele el dolor de sus paisanos. Más que en las injusticias que ha sufrido se ocupa de las que han maltratado a otros para construir, para convocar y sumar en la idea de que merecemos una sociedad más justa, menos desigual, en donde el respeto por la vida sea la prioridad. 

Lo dije en el centenario de Betania y lo repito hoy, la defensa de la vida tiene que ser nuestro compromiso común. Tenemos que unirnos en el rechazo contundente a cualquier manipulación, a todo tipo de presión sobre la comunidad y las amenazas que sobre nosotros quieren cernir los caballeros de la muerte y los jinetes de la ilegalidad. 

Antioquia no es tierra de nadie ni campo abierto para las estructuras criminales que nos asedian. Nuestro compromiso, nuestra responsabilidad, es acompañar a las comunidades y perseguir a la delincuencia. Pero, sobre todo, tiene ser sembrar esperanza de vida y bienestar para nuestras comunidades, cultivar la vida como lo haremos desde Betania, con la ilusión de que sea ejemplo para toda Antioquia y para el país.