27 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 414 del maestro Gardeazábal: Los huevos de Francia, Alemania y Tuluá 

@eljodario 

La desafortunada salida de la candidata vicepresidencial de Gustavo Petro afirmando, en la gozosa plenitud y tranquilidad que da la ignorancia, que los huevos en Colombia están caros porque son importados de Alemania ha ocasionado toda clase de reacciones hasta producir en su candidatura el mismo efecto negativo que el coscorrón hizo en la de Vargas Lleras. 

Contra ella ya han reaccionado los sufridos avicultores que se volvieron muy sensibles a la opinión política desde cuando, como consecuencia del paro nacional, tuvieron que sacrificar más de 5 millones de gallinas y descuadraron el mercado nacional, sus finanzas y el trabajo de miles de empleados en por lo menos 18 meses. 

Contra ella han revirado también los gocetas que hay en todo el país y quienes afloran su racismo hispánico y su antifeminismo a ultranza volviendo objeto de burlas la desinformación de la candidata. Pero sobre todo ha generado la reacción de los petristas consumados, quizás encabezados por el mismo Gustavo Petro, que se oponían con todo a que Francia Márquez fuese escogida como la fórmula vicepresidencial por su habilidad innata para restar votos en vez de sumar cada que abriera su boca.  

Ya se sabe que los huevos están caros porque el concentrado con que se alimentan los millones de aves en Colombia que sostienen el mercado, es fabricado con maíz y cereales importados a los altos precios que la guerra de Putin ha hecho escasear. El maíz, soporte fundamental en su fabricación, proviene de Estados Unidos y Argentina, no de Alemania.  

Pero el problema es que debería haber sido Francia Márquez quien hubiese utilizado el tema de los huevos para destacar no su precio sino la tragedia que soportan desde hace meses los vendedores de huevos en Tuluá, a muchos de los cuales han acribillado a balazos por no pagar el impuesto decretado por los extorsionistas. Es la tragedia del país manejado en cada vez más frentes por las bandas de extorsionadores, uniformados o no, que controlan barriadas y tiendas, rutas de transporte o de aprovisionamiento y le han dado margen de autoridad a organizaciones criminales, mínimas o máximas, para que ejerzan el poder en reemplazo de los elegidos democráticamente para hacerlo. 

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal. 

Es sobre ese problema que pasa en Cali y en Bogotá, en Barranquilla y en Cúcuta, y que surge como herencia del narcotráfico después de la muerte de Pablo Escobar con los combos en Medellín hasta regarse por todo el territorio nacional. Es sobre ese terror que los colombianos sentimos de salir a la calle, de ser atracados o de tener que buscar al bandido para pagarle y poder seguir adelante. Es sobre esa peste que consume al país sobre lo que debería hablarse estos días, no de los huevos de Alemania.