28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Confesión a mis lectores

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

Invitaba la docente universitaria y analista de opinión Sandra Borda a que los columnistas, en aras de la transparencia, hiciéramos públicas nuestras preferencias electorales y con mayor razón si hacemos parte de campañas políticas. Advertirle ese importante detalle al lector, hace más clara la relación de éstos con el analista.  

Va pues, en aras de esa necesaria claridad entre columnista y lector, mis preferencias electorales, rogándoles que no lo tomen como una insinuación a seguirme, porque entonces estaría siendo objeto de otra acción irrespetuosa con quienes tienen la devoción de mirar mis escritos.  

Desde mi ya muy lejana juventud abracé las ideas liberales, tanto por un legado de mis ancestros paternos como por la convicción que me produjo una niñez y una juventud signada por una época posterior a la violencia partidista de mediados del siglo pasado. Siempre, sin ninguna vacilación, he profesado, defendido y practicado postulados liberales socialdemócratas. Sería imperdonable que a estas alturas de la vida pretendiera abandonar esa que ha sido una constante. Cosa distinta es que a veces discrepe de las posiciones del Partido Liberal, tan torpe y errado desde ya hace varios años, que lo ha llevado a defender y proceder con postulados ajenos a su ideología. En esos eventos ni han contado con mi apoyo ni podrán esperar que en el futuro lo haga. Soy pues un liberal de convicciones y no de partido, aunque reconozco que nunca me he retirado de la organización y que he preferido manifestar mis inconformidades y observaciones dentro de la misma y no por fuera de ella. Ahora sí, al grano. 

Veo opciones serias y merecedoras de ser respaldadas en las listas inscritas por el liberalismo, así existan quejas sobre algunos nombres en su lista al Senado, donde acompañaré a Iván Darío Agudelo, una persona vinculada a la academia, que ha dejado una importante impronta en su paso por esa corporación, con varias iniciativas de importancia para la vida cultural y académica del país. Lo he visto siempre asumiendo posiciones liberales en sus planteamientos ideológicos. A la Cámara de Representantes respaldaré a Luis Carlos Ochoa, igualmente en la lista del liberalismo. Persona que por primera vez aspira a esas dignidades, de extracción popular, educado con miles de dificultades y que es una verdadera reivindicación de las clases populares. Luis Carlos es hombre honesto y trabajador. Mis preferencias no excluyen otras, igualmente buenas y recomendables.  

No voy a esperar la decisión de mi partido para tomar la mía en el campo presidencial, pues parece que ya perdimos la opción de poder y no tendremos candidato salido de nuestras entrañas. Acompañaré en la consulta que se realizará en marzo del próximo año al doctor Alejandro Gaviria, a quien considero un socialdemócrata. Con tesis y propuestas indudablemente liberales. Los problemas del expresidente Gaviria con el candidato no me comprometen. Si Alejandro Gaviria gana dentro de la Coalición de la Esperanza, continuaré con el apoyo, de lo contrario vendrán nuevas evaluaciones y nuevas decisiones, acordes siempre con mi forma de pensar.  

Espero mis lectores no me den mucha varilla por estas confesiones. Lo hago en aras de la transparencia recomendada.