26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

A mis amadas hijas 

Por Misael Cadavid MD

Cada vez que tengas un sueño grande, te vas a meter en situaciones de conflicto. 

La vida es el libro de los hechos, no de los intentos y entre más subes a los terrenos del éxito, menos gente irá sinceramente contigo, porque lo que esperan es verte caer… 

Estarán a tu lado siempre y cuando no representes una amenaza para ellos y mucho menos que intentes superarlos. 

Querrán volar pegados de tus alas, así que deja de juntarte con lo que te despluman, correrán a tu lado y pronto se cansarán, porque la gente te perdona todo menos el éxito. 

Existen oportunidades que vendrán sólo una vez en tu vida y que serán únicas y exclusivas para ti… no las dejes pasar. Peléelas, aunque te mueras de miedo, la felicidad no perdona la cobardía, sin arrojo y agallas no hay gloria. 

A la gente le gusta traer tu pasado cuando tú presente es mejor que el de ellos, muchos se reirán de ti, hablarán de ti y harán el listado de tus fracasos y del por qué no deberías de soñar… ¡Pero sueña! Sueña tan grande hasta que te tiemblen las piernas y tu corazón se ponga a mil. 

Y si tus sueños son tan grandes, no se los cuentes a mentes pequeñas, rodéate de gigantes, de gigantes espirituales y no de enanos mentales, un día tus hechos eclipsarán tu pasado y no habrá más que aceptar que te atreviste y ellos no… 

Y no podrán negar que Dios estuvo y estará contigo siempre y nadie podrá enfrentarte, porque la boca, la boca que te juzga, nunca será más grande que la gracia y los triunfos que te respaldan. 

Haz las cosas con pasión, con Amor y con la misericordia De Dios. 

¡Sueñen en grande!