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– A través de 57 recorridos educativos por las comunas y corregimientos, las juventudes expresaron su disposición para hacer cambios en su vida diaria y reducir su huella ambiental.
– Los participantes accedieron a una formación sobre el cuidado de fuentes hídricas, cambio climático y Acuerdo de Escazú. Además, se fortalecieron 21 procesos ambientales.
– 255 jóvenes rurales hicieron parte de las formaciones y se garantizó la vinculación de juventudes rurales al proyecto.
Durante el cuatrienio, la Alcaldía de Medellín formó a 2.000 jóvenes en el cuidado de fuentes hídricas, emergencia climática y desarrollo sostenible de territorio, entre ellos 255 jóvenes rurales. Esto se enmarcó en el proyecto Seres del Agua, que incluyó 57 recorridos y ciclos formativos con una metodología inmersiva, con formación mientras se recorría la ciudad.
También, se fortalecieron 21 iniciativas mediante un proceso formativo virtual, con temas como la formulación y gestión de proyectos, y la consolidación de ideas de negocio.
“Desde 2020, la Secretaría de la Juventud, en conjunto con las juventudes, asumió el compromiso por la conservación del agua y la protección del medio ambiente. En estos años hicimos recorridos y ciclos formativos, donde las juventudes se mostraron dispuestas a realizar cambios en su vida cotidiana y reducir la huella ambiental. Creemos que las juventudes son agentes del cambio que aportarán a los procesos ambientales en nuestras comunidades. Por eso, con Seres del Agua, fortalecimos las iniciativas ambientales lideradas por jóvenes comprometidos”, expresó el secretario de la Juventud, Byron Miranda.
Se generaron debates y reflexiones con base en las realidades de cada barrio y vereda, según las principales problemáticas ambientales para proyectar soluciones en estos espacios. Así mismo, tres foros ambientales en comunas y corregimientos para socializar el alcance del proyecto y su impacto social y ambiental en el territorio.
Entre los lugares visitados está El Alto de San Miguel, donde se exploró la historia del río Medellín y su transformación a lo largo del tiempo. En Santa Cruz se abordaron las causas del cambio climático y las juventudes propusieron ideas para prevenir su impacto, como el consumo responsable, compostaje, reforestación y jornadas de limpieza.
El enfoque rural fue clave para el proyecto que incluyó recorridos en Altavista, donde se amplió la perspectiva sobre los acueductos veredales, su papel vital para las comunidades y su importancia en la gobernanza del agua. El recorrido a San Sebastián de Palmitas permitió conocer la historia del corregimiento contada desde los procesos organizativos y pensar acciones para sanar el agua.
“Considero que este tipo de espacios son muy importantes para la juventud y, en general, para Medellín, ya que nos permite saber y experimentar de dónde vienen los recursos que consumimos, tener conciencia de sus trayectos, de lo que implica ese consumo final que es cuando abrimos la canilla en la casa”, comentó la participante del proyecto, Laura Agudelo.
El cierre estuvo a cargo del foro ambiental «Las juventudes y el agua», que contó con expertos ambientales, quienes lideraron un diálogo en pro del cuidado del agua y de la importancia de concebirla como un bien común en vez de un simple recurso. (fotos jóvenes).
Además, se destacaron liderazgos ambientales, fundamentales en la protección y la preservación de las fuentes hídricas.
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