De nuevo el extinguidor marca Duque tuvo que volver a funcionar, y esta vez con mayores veras, a raíz de las desafortunadas declaraciones del ilustre comerciante que de un día para otro pasó de vender chucherías a manejar las armas del Estado.
Más se demoró Guillermo Botero (foto) en asumir el cargo que en su vida jamás pudo imaginar, a proclamar una tesis verdaderamente — esa sí – revolucionaria: la protesta social hay que reglamentarla.
Y con el rescoldo aún caliente, tuvo el presidente que acudir a la manguera para sofocar la otra llamarada encendida por el repitente Botero: Esta vez por cuenta de su temeraria afirmación, en el sentido de que tras esas protestas sociales que no ha alcanzado a reglamentar, está el patrocinio del dinero mal habido de los narcotraficantes.
En su recorrido por el gabinete, Duque creyó que ya el calor había terminado, pero no era así… (EJE XXI).
Más historias
¡GANGAZO! Espectacular finca Atardeceres, en Valparaíso, en el suroeste de Antioquia
¿Dónde está la plata de la alcaldía de Quintero?: Fico Gutiérrez
Se nos fue Mauricio Álvarez, el padre del archivo sonoro más grande de la selva de América Latina