28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El presidente Duque necesita gobernabilidad

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Le convienen al presidente Iván Duque estos días de reflexión, luego de haber sorteado con éxito en el Congreso el asunto de la reforma tributaria, sin el apoyo de los liberales ni la oposición pero con las bancadas gobiernistas y Cambio Radical.

Y le deben caer bien, porque creemos que el primer mandatario debe dar un viraje en el manejo de sus relaciones con el Congreso y en general con los partidos políticos, para que coexista una fluida armonía entre el ejecutivo y el legislativo.

Ya en otras columnas hemos ratificado nuestra posición clara, e inobjetable: Una cosa es la gobernabilidad y la participación política de los partidos y otra la “mermelada”, que es la compra de criterios y de respaldos a cambio de cuotas burocráticas.

Con una favorabilidad tan baja en todas las encuestas, es obvio que el presidente Iván Duque necesita el apoyo de los partidos políticos, y más aún en la actual coyuntura para enfrentar los paros y las marchas nacionales que continuarán a partir del mes de enero.

No es casual que el Comité Nacional de Paro hubiera subido los puntos de 13 a 104, lo cual quiere decir que este movimiento se ha fortalecido con más agremiaciones, entidades y movimientos que entrarán a presionar más al Gobierno, que inobjetablemente  deberá mostrarse más sólido y coherente en las conversaciones. Es cierto también que en este aguacero de propuestas hay de todo: Unas que deben pasar por las altas cortes y otras por el Congreso. Pero precisamente se necesita la unidad institucional para asumir estas iniciativas en un momento que no es fácil para el país, porque se percibe no solo el descontento en algunos sectores de la población, sino el desconcierto y la incertidumbre.

Es sano para el Gobierno y para el país que el ejecutivo lleve unas elaciones normales con el  legislativo, y naturalmente con las colectividades, que inclusive lo acompañaron en la campaña hacia la Presidencia. Por eso varios analistas se preguntan: ¿Si el presidente no se acompaña ahora de los partidos políticos, por qué les aceptó su respaldo en la campaña? ¿Esta actitud no encarna una enorme contradicción?

En este aspecto encaja el comentario de varios analistas y observadores en el sentido de que el presidente Iván Duque y el partido Centro Democrático no pueden confundir la “mermelada” con la participación política, que se da en todos los gobiernos democráticos del mundo. El partido que gana, gobierna con todos los partidos que lo apoyaron. Eso es así de sencillo.

Y también hay que aceptar que los partidos tienen profesionales muy serios y técnicos que podrían prestarle un gran servicio al país en los diferentes ministerios y cargos públicos, y eso no significa claudicar frente a la politiquería, ni la marrullería de los corruptos.

Hemos dicho en otras ocasiones y en diversos escenarios, que la mayoría de los ministros pueden saber de su oficio y de sus respectivos ministerios, pero desconocen la política y peor aún, las regiones y sus necesidades, como sí las conocen los dirigentes políticos y los congresistas que las deben recorrer en sus campañas para buscar los votos.

El presidente Duque tiene que conectar su Gobierno con el país, con las regiones, a través de los congresistas que lo ayudaron a elegir. Esa es la realidad política que no podemos desconocer, y él tampoco.

El presidente Iván Duque, quien ya pasó por el Senado de la República, elegido por el voto popular, sabe que los políticos tienen que revertirles a las comunidades con obras que corresponden a sus necesidades. Esa es una realidad política.

Porque Colombia es históricamente un país político, y los ministerios no pueden ser unas islas, manejadas por unos expertos y técnicos universitarios que no han recorrido las regiones y que tienen unas aproximaciones estadísticas no más.

El presidente Iván Duque es un hombre inteligente, libre de egoísmos. Tiene la oportunidad de dar un giro político necesario para sacar adelante las iniciativas que debe completar para cumplir con su plataforma de Gobierno.

Y como es un hombre de buena fe, el país entenderá que gobernará con todos, y para todos.