2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El alcalde soy yo: Daniel Quintero

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Ni el nombramiento de la nueva junta directiva de las Empresas Públicas de Medellín, sirvió para bajarle la temperatura a las relaciones entre el alcalde Daniel Quintero y los empresarios de Antioquia, especialmente por la demanda de conciliación contra las empresas diseñadores, constructoras y aseguradoras del proyecto Hidroituango. 

El ambiente se calentó mucho más con dos hechos importantes: La creación de la nueva veeduría Todos Por Medellín y la promoción de la revocatoria del mandato del alcalde Daniel Quintero. 

La veeduría no es nueva en Antioquia. Hace más de 12 años viene funcionando Medellín Cómo Vamos con el respaldo de Proantioquia, Eafit, Fundación Corona, Comfama, Comfenalco, Cámara de Comercio y el diario El Colombiano. 

Según la Constitución “Se entiende por Veeduría Ciudadana el mecanismo democrático de representación que le permite a los ciudadanos o a las diferentes organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre la gestión pública, respecto a las autoridades, administrativas, políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control, así como de las entidades públicas o privadas, organizaciones no gubernamentales de carácter nacional o internacional que operen en el país, encargadas de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público. Dicha vigilancia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 270 de la Constitución Política y el artículo 100 de la Ley 134 de 1994, se ejercerá en aquellos ámbitos, aspectos y niveles en los que, en forma total o parcial, se empleen los recursos públicos, con sujeción a lo dispuesto en la presente ley”.  

Y la revocatoria también está contemplada en Ley 134 de 1994. Es un mecanismo con el que cuentan los colombianos para ejercer el control y garantizar la eficacia en los actos del Estado. La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde y es clara al señalar que no aplica para otros funcionarios de elección popular como congresistas, diputados, concejales, o presidente de la República. 

Según declaraciones de Piedad Restrepo, la directora de la veeduría Todos Por Medellín, esta entidad no tiene nada que ver con el movimiento de revocatoria del mandato del alcalde y tampoco tiene el objetivo de conducir a ese propósito. 

Que el alcalde no combata esos mecanismos constitucionales de participación ciudadana. Que actúen con libertad y respeto y que él se dedique a gobernar como lo prometió y como lo espera la comunidad que lo eligió.  

El alcalde no puede desconocer la historia de la ciudad. No debe estar atacando a los empresarios calificándolos de “corruptos”. Los empresarios y la empresa privada han estado siempre comprometidos con la comunidad en temas como educación, salud e infraestructura. El hospital Pablo Tobón Uribe, Eafit, el antiguo colegio San José donado a la ciudad, entre otros. 

Ahí está Proantioquia, por ejemplo, una fundación privada del sector empresarial, sin ánimo de lucro, creada en 1975 por un destacado grupo de empresarios antioqueños con el firme propósito de contribuir a la construcción de una región más competitiva en lo económico y equitativa en lo social, y de una sociedad integrada, pacífica y con oportunidades para toda la ciudadanía. 

Nadie pretende sustituir las facultades y la autonomía del alcalde Daniel Quintero. Pero él no puede estar generando divisiones entre todos y controversias, calificando y descalificando a diestra y siniestra. Él es el alcalde de todos los medellinenses, y como tal nos debe convocar a la unidad de todos los estamentos de la ciudad, con el fin de unificar esfuerzos comunes alrededor de sus propuestas de gobierno y también para rodear a EPM en la difícil coyuntura por la que atraviesa. 

El alcalde debe medir sus palabras, por la repercusión que puedan tener sobre EPM, cuya situación ya es calificada de alto riesgo, no solo debido a la caída del valor de sus bonos y la rebaja en la calificación de Fitch, sino por las alertas internacionales en el sector financiero. En pocos meses deberá estar preparada para la inversión de 3.2 billones de pesos en la costa. ¿De dónde los va a sacar? 

Es su obligación llamar a la armonía para solucionar tantos problemas que nos acosan. Y más aún en esta época en que hay decenas de miles de ciudadanos sin empleo y aguantando físicamente hambre. 

Es la oportunidad que tiene el alcalde Daniel Quintero de mostrar que puede conducir a la ciudad por los caminos de prosperidad con discreción y confianza.