Vistazo a los hechos: El alcalde que necesita Medellín @AlfredoRamosM

Por Gabriel Zapata Correa (Foto)

A 34 días de las elecciones territoriales, ya se van perfilando los diferentes candidatos para gobernaciones y alcaldías. Pero acá en Medellín ya se va centrando el debate alrededor del alcalde que necesita la ciudad, con unos rasgos específicos, para unos problemas muy diagnosticados, cuya solución requiere no solo equilibrio en los análisis, sino claridad, madurez y decisión.

En estas líneas desde hace varias columnas hemos venido insistiendo en que el candidato del Centro Democrático, Alfredo Ramos Maya, no solo se ha venido ratificando entre la opinión de los medellinenses como el mejor de los aspirantes, sino que sus propuestas se perfilan como las mejores en los diferentes aspectos en que están enfocadas, y en el proyecto de ciudad que ha liderado con eficiencia y transparencia el alcalde Federico Gutiérrez.

En este aspecto es bueno hacer énfasis, porque Alfredo Ramos tiene mucha claridad en lo que va a hacer con una entidad como las Empresas Públicas de Medellín, la empresa más querida por los antioqueños, un patrimonio construido durante más de 50 años de esfuerzos, y que se constituye en un ejemplo no solo en la calidad de la prestación de los servicios públicos, sino en la transparencia del manejo de los recursos que salen de los bolsillos de los antioqueños.

¿O será bueno hacerle caso a los cantos de sirena de un candidato, enviado por los vientos izquierdistas que soplan en Bogotá, ciudad que ha sido golpeada en los últimos años por los malos gobiernos de unos alcaldes que han engañado a la ciudadanía con sus falsos discursos sobre la equidad y la redistribución de las oportunidades?

El espejo de la capital de la República nos sirve para reflexionar, si podemos rifar en las urnas el presente y el futuro de nuestra ciudad y de nuestros hijos.

¿O es que los antioqueños y los habitantes de Medellín estamos dispuestos a poner en riesgo las Empresas Públicas, ejemplo único de estructura en la prestación de servicios en Latinoamérica, y tal vez en el mundo?

Hay que tener en cuenta que históricamente Medellín, como otras ciudades del país como Barranquilla, por ejemplo, se ha caracterizado por votar responsablemente y elegir ciudadanos serios, comprometidos, responsables  y estudiosos. Esta no es una afirmación traída de los cabellos. No. Es fácil medirla en los resultados. Los avances de la ciudad en el tema de la movilidad limpia, la permanente y sostenible garantía de unos servicios públicos eficientes, el tan admirado programa de Buen Comienzo que todos los alcaldes han fortalecido, los programas de oportunidades para disminuir la deserción escolar entre los jóvenes, entre otros.

Medellín es una ciudad en ebullición que enfrenta el futuro con muy buena orientación, y que por eso requiere de un alcalde sólido y estructurado para continuar con toda la obra exitosa del actual mandatario Federico Gutiérrez, quien por algo goza de una alta favorabilidad y reconocimiento que supera el 85% a nivel nacional.

Encaja muy bien la figura de Alfredo Ramos en esta coyuntura de la ciudad, porque sus propuestas, que viene construyendo paso a paso de la mano de la comunidad, no implicarían para nada ni retroceso, ni suspensión, ni cambio de ritmo en la Medellín que estamos viviendo, en permanente renovación y progreso.

Las presentaciones de su programa que ha venido haciendo Alfredo Ramos, lo muestran como un candidato cada día más cercano a la gente. Por eso despierta confianza entre la ciudadanía que aprecia en él a un dirigente joven, un político serio, ponderado y capaz de regir los destinos de una ciudad agradable e innovadora que mira el futuro con optimismo, gracias a una administración prolífera en resultados en todos los aspectos, los cuales son reconocidos por propios y extraños.

Esto quiere decir que la ciudadanía lo posesiona como el digno sucesor del alcalde Federico Gutiérrez.

La ciudadanía debe reflexionar sobre el presente y futuro de Medellín. Y si vale la pena seguir las huellas de Bogotá…

• Exsenador de la República.