28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Una historia, en defensa de la historia de Fizebad

Fizebad

Un grupo de constructores encabezados por el Señor Francisco Martínez, estaría interesado en la construcción de 550 unidades residenciales en el lote de Fizebad. 

Como ya lo publicó El Reverbero de Juan Paz, este proyecto violaría las normativas ambientales, entre otras y borraría la historia de este centro histórico y social que ha forjado increíbles momentos desde 1823, hoy representados en la Corporación Club Hacienda Fizebad.  

Este hecho debe ser de amplio conocimiento ya que involucraría a los vecinos del sector y antioqueños que llevan en el corazón a Fizebad. Es de amplio conocimiento que, en el Oriente Antioqueño, se viene gestando desarrollos urbanísticos, pero cuando uno de ellos atenta con el patrimonio histórico se debe poner a consideración.  

“Los constructores tienen la intención de desaparecer el sector emblemático de la catedral, casa cultural y otros aspectos referentes del lugar”.  

Para algunos interesados de la negociación es “arbitrario que los posibles compradores desconozcan lo que ha representado por años este lugar”. El terreno que es generoso les posibilita que no se atente contra este patrimonio.  

Pero en esta historia de Fizebad faltan dos elementos ligados directamente con familias especiales paisas. Por ejemplo, la escultura en bronce que hay al frente del pueblito y bajo un árbol imponente, es de Jorge Marin Vieco (Tío de la gran Dama Norela Marín). 

Su esposo, el ilustre Jaime Tobón Villegas, Q.E.P.D, se le debe que a finales de los 80’s Fizebad no se vendiera a unos mafiosos el espacio reservado para club social y todos los terrenos que habían sido de Everfit.  

Esto era tan grande que todas las parcelaciones que llevan el nombre de Fizebad,, lagos, colinas, cerros, bosques y las que están vendiendo los herederos de John Gómez (Reforestadora Los Retiros, papeles familia), que ya no volvieron a arborizar, todo eso hacía parte de la gran hacienda.  

Don Jaime se le metió con alma vida y sombrero y salvó el club y la corporación y fue el primer Gerente de esa nueva institución. Hoy el pueblito conserva su nombre en una de sus calles.