4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Una ética para la inteligencia artificial con principios morales para el progreso de todos y el bien común

Por Enrique E. Batista J., Ph. D. 

https://paideianueva.blogspot.com/

Todo desarrollo tecnológico, desde la invención de la rueda, la palanca, la escritura y el alfabeto, la preservación y el uso práctico del fuego, la agricultura, la pintura y escultura, y los calendarios, han sido productos de la inteligencia humana para controlar fuerzas adversas de la naturaleza imposibles de superar ante las debilidades notorias de los humanos. De ese modo, la creación tecnológica es siempre un producto de la inteligencia y del espíritu humano para el bienestar colectivo, mejorar las condiciones de vida de todos, vivir más tiempo, acceder y gozar de los recursos que provee la naturaleza y asegurar la supervivencia de toda la especie. Y, con visible y reiterado reclamo, se dice y enfatiza hoy, preservar y sostener todas las formas de vida en el planeta.

Crear es un ejercicio libre del ser humano para el beneficio de todos. La creación humana, individual o colectiva, es para el bien común, fundamentada en los valores supremos de la libertad y la solidaridad. No puede darse un aval social colectivo a los avances tecnológicos independiente de los más esenciales valores de la humanidad. Para promover esos valores y asegurar la convivencia humana se han fijado determinados principios y reglas que han sido agrupadas bajo los constructos de moral y ética.

Se han conocido los más recientes desarrollos en la inteligencia artificial – IA, los cuales han servido de base para a retrotraer el análisis de lo moral y ético a los que nos enfrentamos con sus usos y aplicaciones, con el objeto de enfatizar el uso colectivo de tales tecnologías centradas en el mejoramiento general y no en provecho de unos cuantos, incluidas las grandes empresas tecnológicas y   los dueños de las plataformas en las que se alojan. El entusiasmo con los que se acogen es la base para cautivar a tantos desprevenidos incautos.

Una ética para la inteligencia artificial se refiere a la adhesión a principios fundamentales con respecto a valores tales como: derechos individuales y colectivos, privacidad, ausencia de discriminación y de manipulación. Esta eticidad no se refiere sólo a lo que es legal, sino que va más allá para la defensa y respeto a los valores y derechos humanos fundamentales. La acogida ciega y el empleo descuidado de las aplicaciones de la IA, sin consideración y conocimiento de las implicaciones éticas, tiene efectos desastrosos en las personas, el medio ambiente, la salud, la educación, la democracia y la seguridad pública. (https://rb.gy/pjk6qs).

Muchas organizaciones en el mundo han sacado sus guías para el manejo ético de la inteligencia artificial.Bernard Marr en la revista Forbes presenta los siguientes consejos para la aplicación ética de la IA en las organizaciones: Ser transparente, controlar el sesgo, presentarlas con facilidad de explicación, hacerlas inclusivas, seguir las reglas, adherir y apoyarse en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. (https://rb.gy/pgnsjc).

Entre varias de esas organizaciones han surgido algunos acuerdos sobre principios éticos. Lo que es ético en el uso de la IA implica, como sea indicado, acogida a principios fundamentales y a un conjunto de valores.  Entre las guías y manuales de diversas organizaciones existen algunos acuerdos sobre tales principios: Transparencia, justicia y equidad, ausencia de maleficencia (infligir daño de manera voluntaria), responsabilidad y privacidad. A estos, de otra parte, se agregan: beneficencia, libertad y autonomía, confianza, dignidad, sostenibilidad y solidaridad. Conviene el desarrollo de estrategias o acuerdos para su implementación y evaluación de efectiva aplicación. (https://rb.gy/pjk6qshttps://rb.gy/wqhxgphttps://rb.gy/vuixpt).  

Dadas esas consideraciones, una ética para la inteligencia artificial es un sistema de principios morales y estrategias para el desarrollo responsable de ella, con foco en el rol que desempeña en el desarrollo favorable de todos como especie humana.  (https://rb.gy/wqhxgp).

En efecto, la UNESCO reconoce que necesitamos reglas internacionales para asegurar que las tecnologías basadas en IA beneficien a la humanidad como un todo, centradas en lo humano, para el interés de todas las personas. En consecuencia, en noviembre de 2021, 193 miembros de esa organización adoptaron la «Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial», reconocida como el primer instrumento universal para fijar estándares frente al uso de la IA.  Se aborda la ética frente a la IA como una reflexión normativa sistemática, basada en  un marco base para aceptar o rechazar sus avances, teniendo como referente la ética de la ciencia y la tecnología, la dignidad humana, el  bienestar y la prevención de daños a los seres humanos, las sociedades, el medio ambiente  y  los  ecosistemas. (https://rb.gy/pnsyed).

En otro documento, de noviembre de 2022, la UNESCO reconoció la importancia de los avances en IA para los maestros, subrayando que la transformación digital de la educación no podrá darse a menos que ellos reciban empoderamiento para su óptima y adecuada utilización. (https://rb.gy/k9sbkr).

De otra parte, en «The Harvard Gazette», considerando que la IA representa inmensas promesas y también peligros potenciales, se ha resaltado que son bien conocidos los múltiples beneficios de la IA, pero que se han incrementado las preocupaciones éticas,  ya que podría darse mayor daño social que beneficios, debido a que muchos de los algoritmos con los que se construyen las aplicaciones de IA presentan sesgos negativos presentes en la sociedad actual (como  intromisión en la vida de las personas y discriminación), con serias implicaciones éticas, aparte de la importante consideración sobre  el papel que jugará el juicio de los humanos para sus decisiones importantes a lo largo de sus vidas. (https://rb.gy/ecvrua).

La Unión Europea – UE, concibiendo que el mundo en el que viviremos dependerá de la manera como construyamos bienestar con la IA, ha implementado «La estrategia Europea de IA», con la que se pretende sea un referente mundial, en donde la IA sea fiable y esté centrada en el ser humano y una fuerza motriz para el avance de las sociedades, las cuales deben expedir sus marcos legales. En 2021, con la Ley de Inteligencia Artificial en 2021, la UE fijó normas para «crear un espacio seguro para la innovación en IA que cumpla con un alto nivel de protección del interés público, la seguridad y los derechos y libertades fundamentales— crea las condiciones para un ecosistema de confianza que fomente la adopción de servicios de IA». Entre los riesgos que identifica, el mayor se refiere a aquellos «inaceptables para la seguridad, los medios de vida y los derechos de las personas…, la manipulación del comportamiento humano que cause daño y la vigilancia masiva [de los ciudadanos]». (https://rb.gy/dyymc6https://rb.gy/sfo8gy,  https://rb.gy/sa0wr6).

Los beneficios y riesgos de la inteligencia artificial requieren procesos formativos con visión universal, de tal manera que potenciemos el mejoramiento de la calidad de vida de todos por encima de los peligros que ya son conocidos. En esencia, es preciso alcanzar los consensos para trabajar con los avances de la IA, y de otros desarrollos tecnológicos como los metaversos, en favor de un desarrollo humano pleno y del bien común.