6 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Un gobierno Frankenstein

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Así calificó Pérez Rubalcaba al gobierno de Sánchez en España quien aún se autocalifica como un gobierno de izquierdas, sobre todo a partir del chavismo de Podemos, pero que en realidad es una colcha de retazos con el despiadado independentismo catalán o el terrorismo de Eta que en nada podrían ponerse de acuerdo para el robustecimiento democrático de una España unida.  

Este encierro de perros y gatos ha conducido a todo tipo de extravagancias donde cada cual busca lo que le conviene y la medianía se impone de manera abrumadora. Una España de Pandereta pero posmoderna. En este sentido lo que se llama El Pacto Histórico en Colombia y apenas iniciadas sus labores de gobierno ha ido mostrando que ya comenzaron silenciosamente a aparecer las esperadas fisuras y descosidos, las desavenencias al irse poniendo al descubierto los verdaderos objetivos políticos de lobos disfrazados de ovejas.  

En el mundo el descrédito y la desaparición de los llamados Partidos Verdes comenzó cuando se hizo  evidente que esas organizaciones supuestamente  defensoras del medio ambiente, de los pajaritos, no eran más que una estrategia para engañar incautos por parte del Partido  Comunista. Y es precisamente el Partido Comunista quien está marcando abiertamente las pautas que está siguiendo el Presidente Petro en su programa de gobierno.  

Ha irrumpido en el escenario de la vida pública un dirigente como Iván Cepeda formado en la espartana escuela del leninismo soviético que hoy representa Putin, frío, calculador, diplomático y no gesticulante, dentro del Partido ha logrado templar su carácter y desarrollar su habilidad de manipulación de lo que sucede tras las bambalinas de la vida política, véase como creó la Comisión de Paz compuesta únicamente por sus Comunes.  

Está en todo, pero públicamente parece no estar en nada de manera que de ninguna falta política podría responsabilizársele. Si en Europa los Partidos Comunistas desaparecieron de muerte natural sobre todo después de la caída del comunismo soviético, en Colombia su totalitarismo se ha mantenido gracias a purgas silenciadas, desaparición de enemigos, un grupo de “idiotas útiles muy bien manipulados, los grandes capitales del narcotráfico y una monolítica estructura que ha impedido cualquier tipo de democratización interna. ¿Qué resta en este Pacto Frankenstein? 

La explosión como en España de los más folclóricos telurismos: Petro consagrado en la Sierra Nevada por los Kogis con su “sabiduría ancestral” y Francia Márquez en Suárez por un grupo de brujos afrodescendientes mediante otra curiosa ceremonia “ancestral”. Seguramente algunos(as) figuras del gobierno estarán buscando chamanes de otros ritos vernáculos para entrar en el camino que Evo Morales  señaló cuando renunciando al cristianismo fue proclamado como el Pachamac Supremo en el lago Titicaca.  

¿Movimiento religioso de liberación –se hubiera preguntado el prodigioso Vittorio Lanternari- o burda deformación de una cosmogonía vulgarizada y puesta al servicio de unos demagogos? Los rayos caen sobre la cúpula del laboratorio del Dr Frankenstein mientras de la mesa de operaciones se yergue la figura de otro monstruo que saldrá a buscar sus propios seguidores. 

Recordemos la importancia que los nazis dieron a los rituales telúricos y recordemos que en Argentina la Triple Alianza con López Rego recurrió a estas supercherías para manipular la atonía social de las masas trabajadoras.  

Esta manipulación conduce inevitablemente tal como lo estamos viendo en el Cauca, a que en lugar de la fraternidad entre las etnias se esté dando la intolerancia más violenta.  

¿Cómo emergerá de las brumas de la prehispanidad  la figura de Gustavo Bolívar – la economía chibcha del trueque- al lado del Ministro Ocampo, la economía del neo capitalismo?