5 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Señor presidente Petro, no lo haga

Por Horacio Toro

El pasado 24 de febrero Daniel Quintero, en su calidad de alcalde de Medellín y de presidente de la junta de EPM, envió una carta al presidente Gustavo Petro pidiéndole permiso para congelar las tarifas de servicios públicos que ofrece EPM en Medellín, Santa Marta y nueve departamentos.

Esto que suena atractivo y muy solidario con los “más pobres” es una solemne estupidez, comenzando porque le congelaría las tarifas no solo a los más pobres, sino a los más ricos incluyendo a sus enemigos del GEA.

¿A qué persona con dos dedos de frente se le ocurre en una economía inflacionaria como la nuestra, limitar los ingresos mientras los gastos siguen en aumento? Se requiere no saber, o peor saber qué puede pasar, y querer hacerlo. Me explico. Si uno sabe que disminuyendo los ingresos pongo en riesgo la estabilidad financiera, surge la pregunta, ¿por qué lo quiere hacer?

Las cifras son más o menos así: EPM aspira a recibir unos 25 billones en este 2023, cuatro billones más que el año pasado y aseguró que lo conseguiría en el proyecto de presupuesto con el embeleco de Hidroituango, que aún no factura, con venta de energías limpias, que no hay, con créditos costosos y sobre todo con incremento de las tarifas.

En el último año las tarifas de servicios públicos se han incrementado en un 25%, eso quiere decir que para este año pueden tener un alza fácilmente del 20%, algo equivalente al aumento del presupuesto, unos cuatro billones.

Por otro lado, los costos y gastos, incluyendo el servicio de la deuda, se incrementaron más o menos en un 29%. Así las cosas, ¿qué se imagina que puede pasarle a una empresa que rebaja sus ingresos y aumenta sus gastos? La respuesta es obvia, pues se quiebra, no hay alternativa.

El alcalde Quintero se ha especializado en proponer pan y circo a sus gobernados. El circo ya lo hemos vivido desde eventos donde tira computadores al piso y los levanta diciendo “no ha pasado nada” o las múltiples inauguraciones que le ha hecho a Hidroituango con su famosa frase “lo hicimos”, hasta el más reciente publicitado concierto rebelde en que apareció de corbata roja indicando la rebeldía que él representa, es decir una rebeldía de telenovela.

En cuanto al pan, Quintero propone dar a cada familia cliente de EPM un mendrugo congelando las tarifas de servicios públicos. Lo que no dice el alcalde es que ese mendrugo le significa a EPM asumir más ocho millones de esos panes, lo que le va a ocasionar un hueco financiero que sin duda afectará todo el funcionamiento de EPM y en especial las inversiones, en la calidad y la cobertura. Eso sin contar con la calificación que hagan las calificadoras internacionales.

Alcalde Quintero, si quiere ser dadivoso, pues regale su sueldo, bájele a los gastos suntuarios y a las parrandas, dirija las coimas a los más necesitados, dígales a sus contratistas favoritos que redistribuyan sus enormes utilidades entre los más pobres, pero no desangre a EPM, que esa es una empresa de todos y no de su propiedad.  

Congelar tarifas de servicios públicos es inconveniente e inoportuno y atenta contra la sostenibilidad de EPM de ahí la petición: señor presidente Petro, no lo haga.