4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Requiere Colombia una nueva constituyente?

Eugenio Prieto

Por Eugenio Prieto Soto 

En esta semana mayor de los cristianos, pidió el Presidente Petro al país reflexionar sobre las posibilidades de una nueva constituyente para Colombia.

Luego de leer el post propuesto con los 9 puntos para la reflexión, múltiples deben ser las imágenes que cruzan por la mente de los colombianos, de tantos debates dados, de otros por profundizar, de 33 años de institucionalidad lograda de la Constitución fruto del gran Acuerdo Nacional del 91; de la Constitución ecológica, la del Estado Social de Derecho, la descentralización y la autonomía territorial; la de la paz, la que paradójicamente, le permite hoy al Presidente ser Presidente de Colombia y al mismo tiempo le impone los equilibrios de poder; en fin, una Constitución joven, que no obstante las reformas, lacerante algunas, sigue firme en su estructura y arquitectura de Estado Social de Derecho, de República unitaria descentralizada, con autonomía de sus entes territoriales y obvio, con temas claves por ajustar y actualizar.

Aunque lo correcto sería realizar el análisis punto por punto o entrar a temas como la pretensión de modificar las vigencias futuras para no acabar las vías 4G que integran a Colombia para la competitividad, o el referirse de forma tenue a garantizar las regiones autonómicas o al Sistema General de Participaciones, hace que este primer acercamiento a la reflexión, sea desde algunas preguntas y planteamientos:

¿Quedará a mitad de camino el debate del centralismo y la propuesta de actualización de la Constitución de Colombia para hacer realidad la anhelada autonomía territorial? 

¿Quedará a mitad de camino el debate y las propuestas de los Gobernadores y Alcaldes de Colombia, a través de la Federación de Departamentos, de Municipios y de Asocapitales, sobre la actualización de la Constitución para hacer realidad la autonomía territorial?

¿Quedará a mitad de camino o no se darán los debates que debemos realizar con las conclusiones y propuestas de reforma de la Misión de Descentralización creada por la Ley 1962/19 para la autonomía territorial?

Colombia debe dejar atrás de una vez por todas el absurdo modelo centralista que nos asfixia y que solo ha traído consigo pobreza, exclusión, marginación y violencias.

Son varias las propuestas y caminos en los que el país viene debatiendo hacia a donde debe avanzar en la actualización de la Constitución para dejar atrás el centralismo y avanzar hacia la autonomía territorial.

Vía creación de regiones autonómicas como quedó consagrado en el artículo 28 de la Ley 2294/23 o vía proyecto de acto legislativo, ajustar el SGP hasta llegar al 46.5 % de los ICN como lo estableció la Constitución.

O vía referendo para que el impuesto de renta y patrimonio se grave y se quede en los departamentos y en los entes territoriales donde se generan, para ajustar los recaudos tributarios que hoy se concentran en el gobierno central y lograr un desarrollo más equilibrado y armónico.

Se coincide con estas propuestas en la necesidad de modificar esa dependencia perversa de departamentos, distritos y municipios de Colombia del Sistema General de Participaciones y la concentración del recaudo tributario en 84 % en la Nación y 16 % en los Entes Territoriales.

Este modelo fracasó, y es el que debemos ajustar, para equilibrar y mejorar la distribución de los recursos y por tanto, la productividad, competitividad y los ingresos para la inclusión, la equidad y las oportunidades.

La Nación recibe por IVA e Impuesto de Renta y otros el 83,4 % del recaudo tributario (15,6 % del PIB). Los distritos y municipios de Colombia en Predial e ICA y otros, el 12,7 % (2,4 % del PIB).

Los departamentos de Colombia por los Impuestos al Consumo -los vicios-, de licores, cerveza, tabaco y cigarrillo, chance, loterías y otros, el 3,9 % (0,7 % del PIB).

Que todos los distritos y municipios de Colombia solo reciban el 12,7 % del recaudo tributario (2,4 % del PIB), que todos los departamentos de Colombia solo reciban por recaudo tributario el 3,9 % (0,7 %del PIB), es decir, menos del 1 % del PIB, muestra el absurdo centralismo del modelo actual.

Lamentablemente el país no siguió la ruta trazada por la Constitución, por el contrario, con los actos legislativos que la modificaron, nos recentralizamos.

Es muy difícil ser competitivo y tener un desarrollo armónico, incluyente y equitativo, cuando vivimos bajo un modelo centralista que fracasó, un modelo asfixiante que frena el avance y tampoco deja avanzar. Hacer realidad la anhelada autonomía territorial no es posible sin recursos.

Colombia requiere descentralización fiscal para lograr real autonomía territorial con competencias y recursos para las capacidades, para acordar desde los territorios el camino del desarrollo sostenible con productividad, competitividad, inclusión, equidad y oportunidades para todos. No dejemos apagar el debate por la autonomía territorial en Colombia.

Son millones de colombianos los que creemos en el Estado Social de Derecho, organizado como República unitaria, que promueve la descentralización fiscal real, administrativa y política para la autonomía territorial.

Este es el debate que Colombia reclama para la construcción de un país democrático y participativo, que construya Nación desde la diversidad de sus regiones.

Esa Nación no se construye desde la polarización y la exclusión, ni desde el maltrato a regiones, o territorial, o a quienes simplemente piensen diferente, se logra desde el respeto al diálogo incluyente, a la participación y la concertación con los colombianos de todos los territorios, pero fundamentalmente con el respeto por el camino recorrido, el respeto a la institucionalidad. #AutonomíaTerritorial.