6 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Reflexiones desde el norte: Maduro está de Regreso

Rafael Bravo
https://rafaelibravo.blogspot.com/

Por Rafael Bravo 

‘’ Se requieren 25 mil millones de dólares por año en un período de 8 años para que PDVSA logre producir la misma cantidad de petróleo de hace 2 décadas´´ 

José Toro- Expresidente de la estatal petrolera 

¿Cómo interpretar el cambio de política frente al gobierno Maduro en la administración Biden? ¿Doble moral? Difícil digerir semejante movida cuando el sátrapa sigue reprimiendo y queriendo dejar la impresión de una apertura democrática acudiendo a la mesa de negociación con la débil y desacreditada oposición.  

El Foro Penal, la organización que sigue de cerca las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, da cuenta de 277 presos políticos encarcelados donde la tortura recibe el beneplácito desde el Palacio de Miraflores. 

La situación en Venezuela es dramática y las cifras lo confirman. El Producto Interno ha caído un 70 % en los últimos años. La inflación es una de las más altas del mundo. Más de 7 millones han tenido que abandonar el país. La pobreza alcanza al 60 % de la población. La corrupción y el narcotráfico enriquece a la cúpula civil y militar.  

En la frontera con Colombia se combinan la violencia y el centro del tráfico de drogas. La delincuencia y los homicidios son escandalosos. 

Ciertamente, durante mucho tiempo los Estados Unidos y la comunidad internacional han sido incapaces de lograr un cambio, pese a las sanciones contra el régimen.  

El respaldo de Cuba, Irán, Rusia y China ha permitido que Maduro y su camarilla se aferren al poder. Sin duda, el cambio de estrategia le da aire al déspota y un reingreso al escenario diplomático internacional. 

Gustavo Petro se había anticipado a restablecer relaciones con ese país, aunque los términos comerciales son inciertos por la cantidad de empresas e individuos incluidos en la lista negra por su nexo con actividades del narcotráfico. 

Joe Biden en una apuesta incierta decidió permitirle a la gigante del petróleo Chevron reanudar operaciones bajo la figura de “joint venture” con la estatal PDVSA. Una licencia para bombear y exportar petróleo a los Estados Unidos y con los réditos pagar las deudas que se le deben a la multinacional.  

La geopolítica sujeta a que se garantice el suministro de crudo por la situación en Ucrania y el aumento de los precios. Biden espera que Maduro proceda a nuevas concesiones políticas, una ruleta rusa que podría salirle caro. Hay quienes piensan que “los Estados Unidos le han dado mucho a Maduro a cambio de muy poco”. 

Unas elecciones para 2024 como se propone en esta nueva ronda de conversaciones y esperar unos resultados libres de fraude es una incógnita dados los antecedentes. El Consejo Nacional Electoral no ha sido garantía para la oposición.  

Es bien conocida la persecución a sus candidatos y las recomendaciones propuestas por la delegación europea necesitan ser puestas en marcha si de verdad hay unos comicios limpios. Si bien Maduro es impopular con un 26 % de aprobación, Juan Guaidó el presidente en la sombra apenas alcanza un 16 %. 

Adicionalmente, liberar 3 mil millones de dólares que permanecían bloqueados de manera que sirvan para la urgente ayuda humanitaria y no termine en manos de los cacos del régimen será un asunto que las Naciones Unidas deberán monitorear de manera estricta. Confiar en las buenas intenciones de Maduro sería una ingenuidad. 

La administración Biden se enfrenta a una encrucijada pues cerca de 150 mil ciudadanos venezolanos han cruzado la frontera buscando un Estatus de Protección Temporal. Los requisitos dispuestos por las autoridades de inmigración son muy difíciles de cumplir para la mayoría, no obstante que se les autoriza permanecer en suelo norteamericano hasta que los jueces determinen si son elegibles, un trámite que tardará años.  

El éxodo venezolano solo se compara con lo ocurrido en la década de los 80 cuando miles de cubanos salieron de la isla a través del puerto de Mariel. La diferencia en ese entonces era que una vez llegados a suelo estadounidense se lograba protección migratoria.