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En Nacional se está viviendo una crisis administrativa y deportiva tal vez la más grave en su historia.
Los resultados así lo demuestran. Después del 5 a 0 con el Independiente Medellín, el 3 de diciembre del año pasado, el equipo no ha hecho nada destacable.
Le ganó a Alianza Petrolera 3 a 1, con un autogol y 2 penaltis habiéndose salvado de varias anotaciones en el primer tiempo por falta de eficacia de los mediocres jugadores del Alianza.
En el desastroso partido de ayer con el América de Cali, otra debacle 4 a 1. Pero la verdad que pudieron ser 3 o 4 goles más…
Pero la verdad, que no hay peor ciego que el que no quiere ver… Nacional no juega a nada. El técnico John Bodmer sostiene que desde su llegada el equipo ha mejorado. Aunque en la cancha no se vea nada…
En primer lugar, aprovechó para excusarse con los fanáticos: “estoy avergonzado con la hinchada, apenado porque soy el responsable del grupo”. Después habló del juego. “Iniciamos un partido donde América emocional y actitudinalmente se nos vinieron encima”.
Sin embargo, la declaración que más llama la atención es cuando le preguntan si Atlético Nacional ha mejorado desde su llegada. Inmediatamente, sin titubear, afirmó: “claro que ha mejorado”.
Cuando un equipo muestra un juego tan mediocre y unos resultados tan pobres, la realidad es otra.
Los hinchas del Nacional se preguntan: ¿Quién manda? ¿John Bodmer o Carolina Ardila?
La solución a esta gran crisis, a este cáncer tan evidente, no saldrá ni se propiciará desde su interior ya que es institucional y corporativa.
Los responsables como son sus propietarios y sus acompañantes mal llamados asesores, no reconocerán su culpabilidad.
La solución a esta gran crisis se tendrá que propiciar definitivamente desde otros frentes: medios de comunicación, hinchada y patrocinadores, ya que Nacional es patrimonio del fútbol antioqueño y colombiano, es una institución con una gran afición, con muchos honores a nivel nacional e internacional.
Ellos, los dueños y los directivos, están en un escenario diferente al de los hinchas porque solo les interesa la plata. Comenzando por Carolina Ardila, hija de Antonio José Ardila, empresaria de jugadores, con un cargo en Nacional incompatible con su vocación de vender jugadores.
Ahí dejamos la inquietud: ¿Qué pasa en el Atlético Nacional? ¿Quién manda en Atlético Nacional? ¿Hasta cuándo va a soportar la hinchada la mediocridad de este equipo?
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