10 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Qué lee Gardeazabal: “Conquistadores e Indios”

Gardeazabal

@eljodario

Reseña del libro de Carl Henrik Langeabek, editado por Debate

Sobre nuestra conquista y colonización hemos construido mitos sobre verdades y mentiras, pero en especial hemos redactado una narrativa, escrita siempre por el vencedor, aunque a veces los derrotados tienen la opción que les damos los novelistas de contar sus tragedias.

Para matar esos mitos, o al menos para poner orden en muchos de ellos y confrontarlos con la verdad, el profesor Langebaek se ha escrito un libro que a muchos debe parecerles impactante, a otros, agua debajo del puente y a mí un manotazo sobre la mesa de nuestras tradiciones.

Enfatizando en detalles como el de la importancia que tuvieron las canoas para comunicarse en las islas caribeñas antes que llegara Colón. O resaltando la comprobación de que durante los primeros 80 años de la conquista española a América solo vinieron putas y marineros. O el poder de transformación que implicaron la llegada de caballos, vacas y ovejos y lo que podía destacar que los indios comieran mucho menos que los tragones españoles.

Sobre todos esos detalles valiosos, el profesor Langeabek logra cuajar una escanografía, casi que, con resonancia magnética, de cómo se hizo de verdad nuestra patria en las primeras de cambio.

Por supuesto solo le da importancia a los antiguos habitantes, los indios y a las huestes que les dominan y los contagian de enfermedades y nos irrespetan la cultura ancestral para imponer la católica, apostólica y romana de la España medioeval.

Pero lo hace tan bien y tan agradablemente que cuando se topa en medio del libro que la comida sirvió para construir las primeras barreras sociales y que el atropello comenzó cuando cerdos y vacas y caballos de los españoles se comían las huertas de los indios o que la economía giró primero sobre el negocio de las perlas que sobre el oro, al lector no le queda más que o intentar refutarle o sentirse satisfecho de tener en sus manos un libro tan instructivo, escrito con aparente neutralidad pero escondiendo la responsabilidad de sus ancestros germánicos en los moldes culturales de Occidente que arrasaron con mexicas e incas, mayas y muiscas.