5 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Qué está leyendo Gardeazábal: Cuando se acerca la noche, de Roberto Gil de Mares

@eljodario 

Si el autor de este libro se llamara Douglas Fairbanks, muy probablemente estaría siendo leído por los devoradores de bestseller hechos a modelo. 

Personalmente el autor, Roberto Gil de Mares, tiene pinta rubia, de ojos azules y tamaño mayúsculo por lo que casi nadie creería que es un bogotano maduro, graduado hace años de abogado y economista de la Javeriana. Muy pocos sabían de él aunque estudió Escrituras Creativas en la Nacional. Ya había escrito media docena de libros y se había paseado por la Feria del Libro de Madrid de la mano y con el apoyo de Pigmalión una editorial ibérica, modesta pero muy recursiva, que por estos días se ha atrevido a apostar por seis autores vallecaucanos presentándolos en ediciones españolas y colombianas simultáneamente. 

Esta novela empero no ha tenido mucho eco, salvo una página entera que le dedicó El Tiempo y otra que le rinde honores hoy en El Espectador. Y no lo ha tenido porque aunque se deja leer con una facilidad muy agradable y atractiva, es evidente que está hecha sobre el modelo de los grandes bestseller, que tanto éxito le han dado a escritores ingleses. Es la historia verosímil pero forzada de Carlos Alberto, un guerrillero del Vichada que en sus épocas estudiantiles se enamoró de Aura Lucía Becerra, una médica nacida en Tuluá. Su lento ascenso en las lerdas estructuras de las Farc terminan enamorándolo más de la médica pero alejándolo de ella y de la guerrilla luego de que Carlos Alberto presencia la caída de aquél publicitado avión de Urraca que se hundió en las selvas de esas latitudes y nadie dizque pudo encontrar porque llevaba un tesoro que en la novela tampoco se sabe qué es. 

La narración lo retoma muchos años después, cuando le chorrea el dinero luego de trabajar de manera no muy honesta con una multinacional minera inglesa donde no saben que fue guerrillero colombiano pero, para complicar la trama, lo hace el mismo día en que se pierde el avión de Malasian Airlines en el Océano Índico, en donde viajaba el hijo que siempre dijo que había tenido con la médica y él había salvado de la guerrilla cuando la Aura Lucía murió y pudo llevárselo y educarle en Europa.  

Con todos esos planos operativos, más otros forzados con personajes del hampa y el recuerdo imperecedero de haber sido guerrillero, el libro se va desarrollando casi que sobre un molde muy bien copiado pero que lo obliga a forzar la narración y a dejar al lector despilfarradamente en la ignorancia sobre muchas situaciones. 

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal. 

Pese al trasfondo político que tiene la novela, no llega a trascender. Aún más, por encima de la sobrecarga de tensión que posee con tantos planos, tantos personajes y tantas situaciones irresolutas, primero se termina antes que convencer al atraído lector.