28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Para cuándo un buen candidato?

 

Por Federico Duque Posada (foto).

En los últimos tiempos estamos viendo una tendencia en la que los candidatos a cualquier corporación pública o cargo de elección popular, se han preocupado mucho más por cuidar o proyectar su imagen, que a realmente preocuparse por las necesidades de los verdaderamente importantes en todo este ámbito, que son los electores.

Es entonces como vemos que cada quien intenta sacar a flote sus cualidades físicas, pero se ha vuelto muy normal, por lo menos en la ciudad de Medellín, los candidatos “frescos” y con corte desaliñado, los cuales se preocupan más por cómo está su corte de pelo y no por la seguridad de la ciudad.

Al sol de hoy y en criterio de quien aquí escribe, no tenemos un solo candidato serio a la alcaldía de Medellín, hoy cualquiera podría creer que tiene posibilidades, porque todos se miden bajo el mismo rasero de mediocridad y el vivir a la sombra de quien los proyecte políticamente.

Medellín, es una ciudad que se mueve por la opinión y las pasiones, combinación mortal en política, la cual no nos deja a veces escoger bien, pero tampoco tragar entero referente a los candidatos que en las contiendas se presentan.

Ojalá esta campaña empiece rápido y se definan los candidatos que van a jugarse todas las cartas por gobernar la ciudad más importante del país.

Esto no es simplemente por cuestión de vanidad, esto no es por el simple hecho de haberse ganado una curul en el concejo municipal y ya sentirse preparados para las necesidades de la ciudad de la cuarta revolución industrial. Y mucho menos es por el hecho de ser “el que el líder natural diga”. (Lea la columna).