Nadie puede negar que hay problemas en la Administración de Bello, en política la polarización que vive nuestro municipio es muy fuerte y es incierto el panorama, frente a las elecciones del 27 de octubre, cuando los grupos políticos y sociales deben resolver el ciudadano que habrá de regir sus destinos durante los próximos cuatro años.
Individualmente considerados no existe un grupo político lo suficientemente fuerte para sortear con éxito el debate electoral imponiendo un candidato, ni existe un candidato con la fuerza política para cohesionar las mayorías electorales de Bello, que además son clientelas consolidadas, cautivas de uno u otro movimiento y minorías porque una gran parte de los habitantes son inmigrantes y no tienen comunicación ni vínculo político, histórico o cultural con nuestra ciudad. Hay que aceptar sí, que el Centro Democrático fue mayoría con el presidente Uribe, “intuito personae”, pero no se sabe qué tanto endosa el ex presidente para respaldar un candidato. Oscar Andrés Pérez y Jhon Jairo Cardona de ese movimiento, Rigoberto Arroyave por el liberalismo de Jhon Jairo Roldán, Edgar Callejas y Mauricio Mejía por el Partido de la U, William Ortega por Cambio Radical, Gloria Montoya, Juan Camilo Callejas y Clímaco Lopera por los conservadores de Oscar Suárez, aunque parece que Clímaco ya se abrió de esas filas, porque intuye que Juan Camilo es el candidato de esa vertiente, Hugo Builes, conservador por la vertiente de su padre Alberto Builes el ex gobernador, los médicos Germán Rodríguez, retirado del C.D. y Cesar Gómez, ex de Cambio Radical, quienes recogen firmas para su propósito, un cura que se presenta como el cura para Bello y una variopinta colección de candidatos de diferentes sectores sociales. (Lea la columna).
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