28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

María Félix, nacer y morir en abril

 

Por Oscar Domínguez G. (foto)

María Félix nació y murió el mismo día de abril, el 8. Se volvió eternidad solo después de haber convertido en obra de arte el oficio de mujer.

Ceja de lujo eligió partir el día que cumplió 88 años. Murió mientras dormía. Volvió eterno su sueño de todos los días.

“Sólo he sido una mujer con corazón de hombre”, dijo en una de esas frases pulidas como la piedra de un río.

El mexicano Enrique Krauze escribió en el prólogo de Todas mis guerras, su autobiografía, que ese corazón era el de Pablo su hermano, a quien suicidaron en su espléndida primavera.

“El perfume del incesto no lo tiene otro amor”, sintetizó en una metáfora que habría podido avalar Silva, el suicida bogotano.

La Félix incluyó en su menú de varones domados al charro Jorge Negrete, le admitió currucuteos en el oído a Pedro Infante y le alcahuetió piano, boleros y matrimonio al flaco Agustín Lara, a quien lucía como un paraguas debajo del brazo, según el chiste de sus paisanos. (Lea la columna).