Por Francisco Becerra
Quienes nos estamos cuestionando sobre si se debe o no apoyar la marcha contra las reformas de Petro o, mejor no entrar en la danza de las marchas y las contra marchas, nos encontramos en un desiderátum.
Pegarnos a las marchas es aceptar que, no es necesario hacer algunas reformas pertinentes, para mejorar temas como el servicio de salud en el campo; eso nos hace sentir incómodos.
No apoyar las marchas es colocarnos al lado de un gobierno enloquecido que, se volvió nepotista, donde todo ministro coloca su esposa o hijos en las altas posiciones; es aceptar el manejo enmermelado del congreso; es aceptar que no pasa nada con el escándalo Benedetti; es compartir el ataque feroz al periodismo, etc.
¿Quién nos tiene en este trance? El propio Petro, cuando pidió medirnos en las calles; él ya sacó a sus seguidores, ahora, deberíamos salir los que no estamos de acuerdo con su estilo de gobierno.
Quedarnos sin tomar partido es hacer una Fajardiada e irnos a ver ballenas, cosa que no corresponde al momento que estamos pasando.
Ahora, si decidimos apoyar la marcha de inconformes con la manera que se está manejando el gobierno, debemos hacerlo de manera contundente: Dando permiso a los trabajadores que quieran protestar; llevando a los amigos; organizando transporte de trabajadores del campo; en fin, hacer lo mismo que hizo el gobierno con los del SENA; sin caer en la bajeza de llevar niños.
Los gremios deben discutir internamente si van a manifestarse o si se van a quedar de espectadores; debe iniciarse una consulta interna, en cada asociación de productores, para tomar partido al respecto.
En síntesis, el próximo 20 de Junio es definitivo para demostrarle al gobierno que, debe corregir su rumbo y concertar el futuro. Si, quienes estén en contra del camino que ha tomado Petro, salen con una marcha igual de lánguida a la de los que lo apoyan, seguiremos igual, en el mismo tire y afloje.
Los motociclistas tienen la oportunidad de marchar contra el aumento desmesurado de la gasolina; lo mismo los taxistas.
En síntesis, ante el reto del gobierno, de demostrar en la calle si estamos o no de acuerdo con él, a los que no compartimos el sendero que ha tomado, no nos queda otro camino distinto a movilizarnos.
Acudiré a las asociaciones a las que pertenezco para que, consulten entre sus afiliados, si quieren participar en las movilizaciones del 20 de Junio.
Ñapa: ¿No se por qué no le creo al ELN el cese al fuego de 6 meses? Ojalá me equivoque, pero, eso de no incluir el secuestro y la extorsión en el cese de fuego, me huele muy feo.
Ñapita: Buena noticia el hallazgo de los niños indígenas del Guaviare; son como hijos de todos los colombianos.
Ñaputa: La muerte del Coronel Oscar Dávila, implicado en el escándalo de las «chuzadas de las sirvientas» (sic), es de una gravedad mayúscula; están matando a los implicados en los temas del ejecutivo. ¿A quién beneficia ese «suicidio»?
A los interesados en la historia les recomiendo leer la muerte de Mamatoco. (Opinión).
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