26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Indignidad para suceder, o delito de perjurio?

Sigue dando de qué hablar en los círculos sociales la repartición de la herencia del industrial antioqueño Alfredo Díez Montoya, luego de que el proceso penal culminara en circunstancias bien extrañas, particularmente cuando los fiscales de primera y segunda instancia precluyeran la investigación a través de sesgadas resoluciones, especialmente en favor de sus hijos mayores Alfredo José, Margarita Rosa y su nieta Tatiana María (foto).

Como lo ha venido informando El Reverbero de Juan Paz, en los próximos días el Juzgado 12 de Familia de Medellín, proceso No. 2015-0654, deberá dictar sentencia dentro del proceso de nulidad del testamento e indignidad para suceder, proceso que se sigue en contra de los arriba mencionados y que en cualquier sentido servirá como refuerzo para una denuncia criminal que los denunciantes hermanos Díez Ramírez, llevarán hasta los estrados de una Corte del Sur de La Florida. EE.UU. por el delito de perjurio, teniendo en cuenta que los aludidos faltaron a la verdad ante un juez federal, al declarar bajo la gravedad del juramento que no conocían de otra manifestación de última voluntad al extendido en Miami, para luego tramitar en Colombia la sucesión del causante con un testamento diferente a aquél, ese mismo que el Fiscal Delegado ante el Tribunal Superior de Medellín, Alberto José Vélez Otálvaro, declaró como válido en Colombia, de cuya decisión ya se compulsó copia a dicho juzgado por parte de la Fiscalía.

El Reverbero de Juan Paz tuvo conocimiento de dos aspectos procesales que serían bastante relevantes para el proceso criminal en los Estados Unidos, a la vista de la decisión que tome el susodicho juzgado de familia: Si declara válido el testamento colombiano, ello, por sí mismo, consolidará inexorablemente el delito de perjurio en los EE.UU.; empero, si lo declara nulo, traería como consecuencia la nulidad del trámite sucesoral y deberá prosperar la indignidad por haberse ocultado el verdadero testamento de Díez Montoya, que es justamente el extendido en la ciudad de Miami Fl.

Según los versados en el tema, la gravedad del asunto no estriba propiamente en la decisión que tome el juzgado de familia, sino las gravísimas consecuencias que tendrían que afrontar Alfredo José y Tatiana María por el delito de perjurio ante una corte norteamericana, por haber faltado a la verdad, que no es otra que ocultar el patrimonio de su padre y abuelo en sociedades de Islas Caimán y en otras offshore como es el caso del jugoso paquete accionario de BANCOLOMBIA.

Qué escogerán: ¿Cara o sello?