3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Fajardo se victimiza políticamente para evadir responsabilidades en Hidroituango

Fajardo debe dar explicaciones argumentativas y no dedicarse a posar de perseguido político. En el entendido, de que hace más de 18 años es eterno candidato presidencial, entonces nunca se le podrá investigar porque su estrategia es y seguirá siendo poner cortinas de humo victimizándose políticamente.

El fajardismo, al descalificar al actual Contralor General de la República, Carlos Felipe Córdoba, por ser político, no es coherente con la jugadita de su jefe, cuando en el caso de la tumbada que le pegaron a los medellinenses en la oscura negociación de Orbitel, el propio Sergio Fajardo, pisoteó a la Contraloría General de Medellín, haciendo que le quitaran la competencia, para que la asumiera la Contraloría General de la República, en cabeza del más político de todos los contralores en la historia de Colombia, nada más y nada menos, que Julio César Turbay Quintero, quién le echó tierra a asunto.

Y no olvidemos, que también recurrió a la Contraloría General de la República, para pedir control excepcional sobre el proyecto Túnel de Oriente, con lo cual lo obstaculizó y paralizó, y ni qué decir de su fracasado libro blanco, también llevado al mencionado ente de control nacional para empapelar a su antecesor, el gobernador Luis Alfredo Ramos.

Este es un claro juego bajo e indecente de conveniencia personal.

Decir que delegó, es lavarse las manos como Pilatos, es inclusive más grave decir que delegó y no se dio cuenta, es como dijo monseñor Rubiano en el caso del presidente Samper: es como no ver un elefante en la sala de casa.

En una tertulia, alguien en vos baja y con cierta sonrisa maliciosa, comentó: solo Hidroituango, es suficiente y sobra, para incluir a Fajardo en la lista de los políticos de alcantarilla.