5 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¡Estamos perdidos!

Jose Obdulio Gaviria

Por José Obdulio Gaviria

Estamos perdidos. El proyecto gubernamental de reforma a la salud era un distractor. Mientras el legislativo discutía, el ejecutivo llevaba adelante su plan de estatización de los servicios de salud. No hay que ser un genio para intuir los efectos.

Esto pasará -o ya está pasando:

1.⁠ Desconfianza y consiguiente huida de los inversores nacionales y, sobre todo, de los extranjeros. Se frena la inversión en salud hasta, por lo menos, 2026.

2.⁠ ⁠Desvalorización de las empresas y fuga de capitales.

3.⁠ ⁠Miles de trabajadores directos de las EPS quedarán desempleados y habrá fuga al exterior del mejor capital humano (médicos, enfermeras, paramédicos, técnicos).

4. Disminuirá sustancialmente la calidad del servicio.

5. Envejecimiento paulatino de una tecnología que hay que renovar y actualizar diariamente.

6.⁠ ⁠Habrá más sobrecarga del ya saturado y atrasado sistema de salud público.

7.⁠ ⁠La estatización matará la competencia y la innovación dentro del sector de la salud.

8.⁠ ⁠Desaparición casi que inmediata de las EPS. Se perderá su larga experiencia y conocimiento del mercado.

9.⁠ ⁠Con el control gubernamental vendrá el imperio de la corrupción. Una multinacional como Sanitas quedó en manos del liquidador del Hospital de San Marcos (Sucre).

Es como que a un recoge bolas de cancha de barrio lo alineen como centro delantero del Real Madrid.

10.⁠ ⁠Los costos para el bolsillo de los afiliados de las EPS se dispararán

11.⁠ No volverá a haber atención del ciudadano del común en los grandes hospitales ni se proveerá medicamentos a los enfermos crónicos. Si les parecen predicciones exagerados, simplemente consulten el estado actual de los servicios de medicina en los países que hicieron una reforma parecida: Cuba, 1959 y Venezuela, 1999.