3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Oasis de la vida

 

Por Luis Carlos Correa Restrepo (foto)

VIEJO MI QUERIDO VIEJO.

Viejo mi querido viejo, me dicen con cariño la gente, pero no saben que ser viejo tiene muchas cosas que la mayoría de la gente, o los jóvenes no conocen, pero que el tiempo les va a dar, como me lo ha dado a mí.

Por ejemplo, tengo más conocimiento, soy mejor consejero, cuando camino voy más lento que todos los demás, así no me tropiezo ni caigo a diferencia de los que van muy aprisa y sin experiencia que se tropiezan y caen y no son capaces de levantarse.

He aprendido a ser yo, y que no tengo que aparentarle a nadie, lo que yo por mis propios medios he logrado ser en esta vida.

He aprendido a conocer lo que es y lo que no es.

Llevo el hierro entre las manos porque en el cuello me pesa como dice el himno Antioqueño.

He aprendido de las experiencias de los demás, pero de las mías más, ya que la experiencia no se coge sino se vive. No creas que cuando me quedo callado en una conversación es porque no sé, sino porque mientras menos hables menos yerras, y al mismo tiempo aprendes más.

Tengo que dormirme temprano, porque me gusta ver el amanecer, ver salir el sol, y escuchar el cantar de los pájaros, y acostarme después del crepúsculo del anochecer.

Ahora escribo mis historias y las comparto con los demás ya que engrandece el conocimiento de las personas que desean crecer en todo momento, ya que estas historias son casi siempre experiencias que he vivido, y que me han servido para llegar a viejo.

«Viejo mi querido viejo, ya caminas lento, como perdonando el viento» dice la canción, no es que esté perdonando nada, es que sigo creciendo y que me gusta compartir el viento o sea mis experiencias con los demás, hasta que ya no de más, y digan se fue mi querido viejo.