2 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Ridículos @eljodario

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

Dentro de las campañas de presunta moralización que han emprendido en Cartagena desde que el decimonónico alcalde Pedrito Pereira ejerce el cargo, hay una que más parece una cacería de esclavos o un safari miserable contra mujeres desvalidas antes que una actuación de verdadera autoridad. Todas las noches, a las once, para diversión sacramental del señor Pereira y de los riquitos de Castillo Grande, y para satisfacción moral de los hipócritas bogotanos que comandados por la señora Martha Lucía se han tomado las riendas de Cartagena, convirtieron la Plaza de los Coches, al pie de la Torre del Reloj, en el  epicentro ridículo de las persecuciones contra la oferta pública del más viejo oficio de la humanidad.

Por muchos años las mujeres que aspiran vivir de la rentabilidad de sus cuerpos, actuando como damas de compañía, escogieron la antiquísima y tradicional plaza cartagenera, al lado de la estatua de Pedro de Heredia para ofrecer sus servicios. Como es un oficio tan evidente, y como casi todas son mayores de edad y se visten estruendosamente para atraer cual pavos reales a sus clientes, los moralistas de Pedrito, de doña Marta Lucía y el comandante policial de turno han ordenado que a las once de la noche dos motos de uniformados hagan sonar sus sirenas mientras hacen cabriolas por entre la plaza y, como perros ovejeros asustando el rebaño, las ponen a correr y gritar en las cuatro direcciones para desalojarlas.

Montando este espectáculo inhumano, Pedrito y la vicepresidente y la Policía le muestran a los turistas del mundo, ululando sirenas, como se puede hacer un safari en pleno siglo 21 en ridícula demostración de machismo, reviviendo cada noche una inquisición antifemenina en la ciudad vitrina de Colombia

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