28 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Gobierno reaviva la división sobre la paz en Colombia @IvanDuque @Mindefensa

 

La reforma al sistema de justicia transicional anunciada por Duque eleva la tensión política, aunque el presidente asegura que.

Poe Francesco Manetto

El País de Madrid.

El manto de la polarización ha vuelto a cubrir Colombia. La división sobre el proceso de paz y los acuerdos con las FARC alcanzados en 2016 nunca había desaparecido del todo, pero en los últimos meses se mantuvo en el segundo plano de la rutina política, como ruido de fondo, en cualquier caso lejos de los vendavales del caso Odebrecht y de la grave crisis venezolana. La brecha está ahora de nuevo abierta. La decisión del presidente, Iván Duque, de reformar el tribunal encargado de juzgar los crímenes de la guerra reactivó ese debate que, en realidad, es más que una simple discusión. La impugnación parcial de un compromiso adquirido en La Habana por el anterior Gobierno de Juan Manuel Santos y la revisión de una ley ya examinada por la Corte Constitucional abren un escenario imprevisible.

Sobre el papel, lo que puede hacer temblar lo pactado con la antigua guerrilla son seis de los 159 artículos de la norma estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Aparentemente, un asunto menor, técnico e insuficiente para despertar pasiones. No es así, porque en torno a ese sistema de justicia, que investiga a todos los actores del conflicto, de los exguerrilleros a los militares, se ha construido el discurso de reconciliación que da sustento a los acuerdos. En palabras de su presidenta, Patricia Linares, es «un tribunal de derechos humanos que aplica justicia restaurativa». Una premisa necesaria para la transición, después de más de medio siglo de violencia, 250.000 muertos y ocho millones de víctimas.