Tienen razón algunos analistas y observadores nacionales sobre la ola de comentarios y enfoques negativos que se han levantado contra las EMP (logo) y el proyecto de Hidroituango, la obra de ingeniería eléctrica más importante que en este momento se construye en Latinoamérica y tal vez en el mundo.
El tono de los noticieros nacionales, y de los canales de televisión refleja un aire negativo, que deja la sensación de que predicen un fracaso, no solo del proyecto que producirá el 17% de la energía que necesita el país, sino de EPM, una empresa modelo en Colombia en la eficiente prestación de los servicios públicos domiciliarios de agua, luz, gas, acueducto y aseo. Ninguna en el país lo hace, ni lo ha podido hacer.
Los precandidatos a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín, han manifestado públicamente que la crisis de Hidroituango, ni EPM deben ser banderas de la campaña política.
Han expresado que los organismos de control terminen con éxito las investigaciones que están en camino, pero no le apuestan al fracaso de EPM y del proyecto energético más importante de Colombia.
Aunque nadie le apunta a que se oculte la verdad, y sostienen que los responsables deben responder por sus errores, confían en que tanto el proyecto de Hidroituango como EPM tienen que salir delante de esta coyuntura que va mostrando ya unas etapas más positivas para tranquilidad de las comunidades cercanas a las obra y frente al control del proyecto, como por ejemplo las buenas noticias sobre la casa de máquinas.
Esta es la razón por la cual el Comité Intergremial convocó a la reunión del martes, sobre la que El Reverbero de Juan Paz publica hoy toda la información en detalle.
32 gremios y 5 cámaras de comercio de Antioquia cerraron filas alrededor de EPM y de Hidroituango.
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