La danza tal vez no sea la mejor pintura de Salvador Dalí, pero posiblemente es la que tiene una historia más interesante.
Una primera copia colgada en el teatro Ziegfeld de Nueva York se perdió tiempo después en el incendio que destruyó la casa en Mount Kisco de Billy Rose, propietario del teatro y empresario de Broadway. Dalí hizo una segunda copia para Rose, quien la vendió. Después llegó a la casa de Pablo Escobar, el infame capo colombiano del narcotráfico cuyo imperio de cocaína lo ubicó entre los hombres más ricos del mundo y cuyas campañas de terror paralizaron a su país.
Ahora, un libro de reciente publicación de Victoria Eugenia Henao, quien estuvo casada con Escobar, ofrece un recuento más completo de lo que ocurrió después con la pintura, que algunos conocen también como “Rock and roll”. En el libro Pablo Escobar: Mi vida y mi cárcel, Henao narra qué sintió cuando vio por primera vez la obra de Dalí, el surrealista español. (Lea el informe).
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