3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Contraplano: Un reportero de lavar y planchar

Por Orlando Cadavid  Correa (foto)

(ocadavidcorrea@gmail.com)

Conocimos a Jairo García Aguirre –por entonces control-locutor de la Radio Reloj– en los albores de 1966, cuando nos acababa de llamar don Willy Vargas Gómez a estructurar el servicio informativo de Caracol en el doblemente segregado departamento de Caldas.

Nuestro olfato nos permitió adivinar a primera vista que el muchachón nos serviría como reportero auxiliar, y conseguimos de inmediato que se le trasladara de la estación relojera a la incipiente redacción noticiosa de La Voz del Ruiz, la emisora matriz de la cadena en territorio caldense.

El aprendizaje fue rápido. Se familiarizó pronto con la máquina de escribir por la vía de la bendita “chuzografía”. Y en un tiempo récord empezó a tener fuentes de información. No era una maravilla escribiendo, pero poco a poco lo ayudábamos a redondear cada idea, hasta que se fue tomando confianza y superó el período de prueba, provisto de una grabadora portátil que le fio Oscar Mejía, “Serrucho”, el popular locutor deportivo de la época.

Al equipo sumamos, además, al incisivo preguntador Darío Sanín Álvarez, a quien llamábamos “el reportero volante”.

La tripleta caracolera comenzó a llamar la atención en el ámbito noticioso de la comarca. Además de las tres emisiones diarias perifoneadas por la garganta prodigiosa de Carlos Alberto Mejía, el equipo se hacía sentir con noticias nacionales de peso, que difundía con agrado por Última Hora Caracol, desde Bogotá, el director general, don Antonio Pardo García, en las voces de Julio  Eduardo Pinzón,  Eucario Bermúdez y Armando Osorio.

Todo marchaba de maravilla en los dominios de don Willy Vargas y don Gilberto Aristizábal hasta que sobrevino la muerte repentina del veterano periodista manizaleño Hugo Jaramillo, “Harry”, director del legendario noticiero “Crónica”. Sucedió que fuimos llamados a reemplazarlo, por el doctor Luis Fernando Hoyos, el hijo mayor de don Alberto Hoyos Arango, el fundador de Radio Manizales, emisora que hoy –duele decirlo– amenaza ruina y no es ni sombra de lo que fue.

Por la carpa “todelariana” pasaron con nosotros, además de García y Sanín, los colegas  Evelio Giraldo, Darío Agudelo, Jota Mario Vinasco, Consuelo Salazar, Iván Darío Góez, Carlos Botero, Rodrigo Guevara, Orlando Duque, Diego Valdés y Néstor Gärtner, quien empeñó en una prendería cercana a la alcaldía manizaleña las grabadoras para “Crónica” que nos trajo de Holanda el malogrado automovilista don Valerio Hoyos.

Abrimos estas remembranzas con Jairo García Aguirre (aquerenciado hoy en Tunja), porque fue el primero de los pupilos que se formaron a nuestro lado en la muy amada ciudad de Manizales.

En la primaria periodística llevó tres apodos: “Caretiple”, “El Grillo y “El Flaco”. El cuarto, “Cla-clá”, se lo aplicó el periodista Óscar Domínguez, en Bogotá, por la semejanza, en el vestir, con el caricato mejicano “Clavillazo”. Contrastaron siempre sus cortas duraciones en todos los medios capitalinos con la marca de 40 años que impuso su tía, Marujita García, como ama de llaves de Radio Manizales. Su papá fue locutor en la radio pereirana, y Germán, su único hermano, apodado “Chupeta”, abrazó la profesión musical.

La apostilla. Porque está seguro de que nadie le pedirá que demuestre la fuerza que dice tener en las redes sociales, Jairo  García Aguirre continuará sosteniendo el cañazo de sus seis mil seguidores de carne y hueso. Genio y figura hasta la sepultura.