3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El 38 % de los hogares antioqueños se considera pobre 

Por Fenalco Antioquia 

El Dane reveló recientemente los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida para 2021, en la que se muestra información sobre los hogares de Colombia y el bienestar general de los habitantes de las distintas regiones del país. 

Los resultados dejaron en evidencia que, con la pandemia, la calidad de vida disminuyó y uno de los factores que más se vio afectado fue el bolsillo. 

Por ejemplo, para 2019, el 29 % de los antioqueños se consideraban pobres, pero para el año pasado la cifra subió al 38 % con la percepción de vivir en pobreza. 

En el departamento hay más arrendatarios que propietarios 

El Dane reportó que la posibilidad de tener vivienda propia (totalmente pagada) ha retrocedido desde 2019, pues mientras en ese año el 43 % de los hogares en el departamento reportaban tener casa propia, para 2020 fue el 38 % y, en 2021, el 36 %. 

En el caso de vivienda en arriendo o subarriendo en 2019, el 40 % de los antioqueños vivía bajo esta modalidad, en 2020 equivalía al 41 % y en 2021, fue del 44 %. 

A acuerdo con el Dane, la disminución de la vivienda propia se debe a que muchos debieron vender sus bienes para poder vivir durante la pandemia y una buena forma de amortiguar el choque de ingresos se dio con la liquidación de ese activo residencial. 

Impactos que generó la pandemia en la región: 

  • La encuesta mostró que en 2020 la cantidad de hogares en el departamento que aseguraba haber tenido que bajar sus gastos en alimentación llegó hasta el 7 %, pero para 2021 subió al 37 %, el cual también se da por el alza en los precios de los insumos. 
  • En 2020, el 8 % de los hogares en la región se gastaron parte o todos los ahorros, en contraste con 2021, año en que se presentó un aumento de 28 puntos porcentuales con el 36%. 
  • Otro de los impactos que generó la pandemia en el plano económico fue la pérdida de empleos del jefe del hogar y el atraso en el pago de arriendo o cuotas de créditos de vivienda.  
  • Para amortiguar el golpe de estos inconvenientes, los hogares tuvieron que adquirir deudas, ampliar plazos de pago o, incluso, reducir la alimentación.