5 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica 28 del maestro Gardeazábal: ¡Aquí no pasó nada!

@eljodario

El maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal continúa con sus crónicas del enchuspado. Las escribirá hasta el 31 de mayo, cuando termine la casa por cárcel a que sometió el Gobierno a los adultos mayores de 70 años.

Como ha sucedido siempre en Colombia, aquí pasó de todo, pero no pasó nada.

Ya están los gobernantes organizando los protocolos para volver a la normalidad sin que nada de lo que hayan decretado o inducido hubiese producido un efecto real para el futuro.

Convencidos que eran Trump y Bolsonaro los que tenían razón y que la gripa china no era ninguna pandemia sino un flu de invierno, aquí no se mandaron traer las máquinas traductoras de los test verificadores de la peste sino que se mandó un súper avión para traer 15 pasajeros de la China.

Con las poquitas maquinitas que mantuvimos en mantenimiento (alguna se dañó) examinamos solo a 50 mil compatriotas en un país de 50 millones de habitantes.

Como nunca hemos querido saber cuántos colombianos viven en Estados Unidos y Europa, pero si les hacemos cuentas a los dólares y euros que mandan cada mes como remesas, no cerramos los aeropuertos para impedir su ingreso como seres contagiados.

Nos echaron el cuento que todo el que se bajaba de un avión guardaba 14 días de cuarentena y firmaba un papel de garantía.

Parece que nada de eso era verdad porque el alcalde de Popayán llegó de Marruecos y Madrid el 1 de marzo y paseó por su ciudad y por otras del país y terminó en la Casa de los Presidentes. Y el resto se fueron por la geografía nacional, especialmente a Bogotá y el Valle, y regaron la peste.

Mataron 25 presos en la Modelo cuando protestaron porque con las condiciones sanitarias del hacinamiento los iban a dejar morir de corona virus.

Nadie se perturbó. Nos prometieron entonces un decreto ley para sacar de la cárcel un número grande de presos y descongestionarlas. Se demoraron un mes en redactarlo y si salen finalmente 3.200 presos es demasiado.

Se suprimieron las clases en las escuelas y colegios y convencidos los santafereños y uribistas que controlan al país que todos los niños y jóvenes tienen celular o computador y plan de datos, les dijeron que desde el 1 de mayo habría teleclases y que si no perdían el año.

Hablaron de la necesidad de salvar las empresas, grandes, medianas y pequeñas y dispusieron una presunta línea de crédito a través de los mismos fondos burocráticos y tan exigentes de papeles  y balances como siempre y le facilitaron a los bancos (cuando no) que dispusieran de 9 billones para que aumentaran sus ganancias desproporcionadamente.

Cuando empezaron a darse cuenta que un país paralizado en donde 50% por ciento vive del rebusque iba a tener hambre, apelaron a la fórmula asistencialista de regalar mercaditos por intermedio de los concejales, que obviamente no alcanzaron para todos los hambrientos. Las protestas se están ahogando en la misma hambre.

Como no hay ni líderes ni partidos políticos y el jefe de la tribu prefirió salir a hablar todos los días, minimizó su dignidad y finalmente aquí pasó de todo y no pasó nada. Los viejitos, elevados generosamente a la categoría de abuelitos, seguiremos enchuspados hasta el 31 de mayo.

Todavía nos queda la opción de tener pulmones hasta ese día para gritar: ¡Bienvenidos al futuro, aquí no pasó nada¡

Escuche la crónica del maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal