6 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 266 del maestro Gardeazabal: El popó del murciélago

@eljodario 

En distintos titulares se habla que llegaron las vacunas de Moderna. Con ellas aplicándolas desde la semana entrante en Colombia, se confirma entonces que el gobierno del señor Duque nos mintió otra vez cuando dijo que la segunda dosis de la vacuna de esa farmacéutica se debía hacer 84 días después de la primera dosis. La verdad era que cuando el gobernante hizo público ese descubrimiento científico, que no fue respaldado por pares académicos ni siquiera por los fabricantes de la vacuna, los agentes de Moderna y el poderosísimo señor Víctor Muñoz, (integrante del sobaco presidencial), no habían terminado de negociar el lote que se requería para vacunar a los miles de compatriotas que se resignaron a no recibir la segunda dosis en la fecha que les indicaron. Por supuesto en este cuatrenio, bien bautizado como la empresa MENTIRITAS S.A.S, no decir la verdad así esté en riesgo la salud del pueblo colombiano, no obliga a responder ni ante los jueces ni ante los ciudadanos que se sienten profundamente burlados. 

Con esos antecedentes, tal vez, la noticia que publicaron ayer los Institutos Pasteur de Paris y Laos sobre la verificación de un virus casi idéntico al del Covid en murciélagos de las cuevas de ese país asiático, les debe llenar de combustible la maquinita con la que se inventan o reinterpretan la realidad acomodándola a sus perversos intereses, ya sea en el seno de la ONU o en las pomposas declaraciones de funcionarios del Ministerio de Salud. Si fueron capaces de hacernos creer que las vacunas de Moderna tienen más radio de acción a los 84 días por no decirnos la verdad de que se habían gastado todas las dosis en la primera vacunación, para aumentar populísticamente el número de vacunados. Si son capaces de jugar con la salud de millones de colombianos por ese maldito afán de subir la escasa imagen del 18 % de favorabilidad que le dan las encuestadoras, que de raro tendría que ahora, descubriendo en Francia a los murciélagos como responsables, salgan a decirnos que  fue la labor conjunta entre el exitoso plan de vacunación y la aplicación paralela del extracto de popó de murciélago, hecha por los  mismos científicos de los 84 días, lo que consiguió bajar los índices de contagio en Colombia. Y les creeremos, que es lo peor.

 

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.