3 mayo, 2024

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Crónica # 144 del enchuspado maestro Gardeazábal: El dramatismo de la peste

@eljodario 

Llega el reporte de la hija de Soad, una paciente de 68 años. Lleva una semana en la UCI. Entró a la clínica diagnosticada de Covid a tienda de oxígeno, se fue complicando y terminó entonces en la UCI. 

El informe se lo da cada mañana el intensivista y ella nos lo retrasmite. Lo espero con ansiedad pero cada vez es más dramático. Es escueto y me conmueve: “La paciente continúa con buena presión, diuresis, saturación 90/92 máscara de reservorio de no reinhalación. Está presentando unas respiraciones muy rápidas y debido a que la placa de pulmones ha empeorado en relación a ayer, inician un nuevo tratamiento antibiótico.  

Ella está tranquila, la mantienen de medio lado y boca abajo, boca arriba solo después de recibir la terapia de ayuda. Les agradecemos sus oraciones y les pedimos que sigamos implorando a Dios y a La Virgen María que la llene de fuerza para salir adelante y al equipo médico les de sabiduría”. 

Llega el audio del hijo de Miguel, paciente de 73 años, internado en la UCI hace 19 dias. Hemos estado tensos por su evolución. Sus numerosos amigos pujamos por oír alguna noticia esperanzadora desde el aislamiento. Se sabe que ha superado sendas crisis por aparición de diabetes melitus nova (enfermedad que nunca sufrió) y por sangrado de úlcera pirólica (de la que jamás se quejó pues además es abstemio irreductible). “Ayer en la tarde tuvimos una video-llamada con mi padre con bastantes miembros de la familia que con cariño le manifestaban su afecto. 

Risas emocionadas de todos. El respondía con una sonrisa, levantando la mano, hacia ok con el dedo. Se le dijo que muchas personas estaban pendientes de él. Volvía a sonreír. Hay una buena noticia, los médicos informan que sus pulmones se están desinflamando. La traqueostomía a que hubo de ser sometido ha ayudado a que se llegue a esperar que los pulmones puedan respirar por sí solos. Ya no está entubado. Sigue con menos aditamentos de los que tuvo durante las crisis.  Está muy delicado, pero ha sido emocionante para toda la experiencia de poderlo ver y que nos sonriera. Todos son indicios que nos llenan de esperanza”. 

Me imagino a la una y al otro. Pienso en el estado mental en que pueden encontrarse y lo que podrían estar sintiendo ambos, quienes han sido escritores y muy recordados por las cátedras que han dictado en las universidades, sintiéndose incapacitados de expresarse con algo más que una sonrisa o una mano alzada. 

Es una batalla que libran contra la peste que no buscaron pero que los capturó. Una lucha bravía por seguir vivos ganándole el espacio a una enfermedad de la que cada vez dizque se sabe más, pero se encuentra menos con qué combatirla.  

Es dramático para quienes todavía estamos sanos y debe ser asustador para quienes creen que esta pandemia es un invento.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal