3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Corte y recorte: Presidentes eternos

 

Oscar Alarcón Núñez (foto)

En varias ocasiones, sobre todos en legislaturas del pasado cuatrenio, el senador y presidente eterno, Álvaro Uribe, se ha retirado del Senado para romper el quorum. Que lo haga cualquier parlamentario es criticable pero que esa conducta la realice alguien que ha ocupado la jefatura del Estado, merece un mayor reproche. Sin embargo una actitud similar la hizo alguien que si bien no tenía entonces la categoría de exmandatario, cuando rompió el quorum, luego si la adquirió por muchas más veces que Uribe. Me refiero a Rafael Núñez.

Eran los tiempos de la guerra de 1860 cuando el general Tomás Cipriano de Mosquera se levantó contra el gobierno de Mariano Ospina Rodríguez. A pesar de que el caucano se consideraba victorioso, al llegar el fin de la administración de Ospina (lo. de abril de 1861), se convocó al Senado para que eligiera un designado que iniciara un nuevo período. Las mayorías pretendían darle esa dignidad al poeta Julio Arboleda pero la corporación quedó sin quorum por ausencia de Núñez, Murillo Toro y Victoriano de D. Paredes. Se excusaron con sendos certificados médicos aduciendo padecían “ciertas enfermedades crónicas que los obligaban a frecuentar la satisfacción de algunas necesidades naturales”. Mejor dicho ¡la embarrada! (Lea la columna).