26 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Los osos del 2020

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

Seguramente todos, en la cotidianidad de nuestro discurrir vital, hemos incurrido en osos de todas las categorías. Algunos, por sus posiciones o dignidades, hacen que esos osos trasciendan a la opinión pública y se vuelvan comidilla en todas las redes sociales y en los medios de comunicación. Hoy me ocuparé de los que personalmente creo fueron los más notorios durante el año anterior, un año sui géneris en la vida del planeta. Los citaré aleatoriamente y sin clasificación alguna. 

Un grupo de parlamentarios colombianos, autodenominados Provida, le dirigieron una carta al congreso argentino, para que este se abstuviera de tramitar y aprobar el proyecto de ley (para ese entonces) sobre la legalización del aborto en Argentina. Los líderes de esta intromisión en los asuntos internos de esa nación del sur del continente la encabezaron Paola Holguín, Esperanza Andrade y John Milton Rodríguez. Su clamor fue nugatorio y su acción no resultó la más diplomática y respetuosa posible. 

La abierta y descarada campaña política que algunos colombianos, vinculados al partido de gobierno, realizaron en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, especialmente en el Estado de la Florida, fue otro oso monumental. Se afirma incluso que altísimos funcionarios de la embajada colombiana ante los gringos, participaron en este estropicio. Tan desafortunada resultó su acción, que perdieron apoyando descaradamente al candidato Republicano a la reelección señor Donald Trump. Como dicen en mi pueblo, “dieron lora” y ahora no saben cómo sacar los pies de semejante barullo que armaron.  

La insistencia del Gobierno en presentar al doctor Andrés Barreto, Superintendente de Industria y Comercio, como Juez de la Corte Penal Internacional, fue otro oso internacional reconocido. El Comité Asesor de Nominaciones de Jueces para la Corte Penal Internacional, sobre el candidato de Colombia, afirmó: “El Comité anotó que le faltaba conocimiento en profundidad o capacitación en derecho internacional humanitario y derecho penal internacional. Más aún, que no “demostraba familiaridad con el trabajo de la Corte Penal Internacional”, ni de sus instancias internas, ni de los requisitos para que un juez sea recusado. “El Comité notó que las respuestas del candidato en la entrevista fueron muy generales y que no mostró consciencia del trabajo, procedimientos o decisiones de la Corte”. 

Colombia prefirió hacer el oso, a presentar un excelente candidato, de tantos que existen en el país, para tal dignidad. De ocho votaciones, Barreto fue removido desde la segunda. El resultado estaba previsto desde los exámenes previos que el organismo había realizado y donde quedó al descubierto la poca preparación del candidato colombiano para semejante dignidad.  

El oso de Luis Carlos Vélez en el cubrimiento de las elecciones norteamericanas no fue de menor calibre, cuando en transmisión en directo, en pleno recuento de votos y en momentos que Joe Baiden triunfaba, propuso la renuncia de Baiden para evitar la pataleta de Trump. El periodista siempre ha sostenido que su frase fue sacada de contexto, pero la opinión pública no lo consideró así.   

Finalmente diría que clasifica también para oso reconocido el del doctor Luis Guillermo Echeverri (Luigi) al dirigirle una carta al periódico español El País, donde el asesor y amigo cercano del presidente de la República le pide a ese periódico no darle vocería y entrevistar a personas como Iván Cepeda. Luego el director de ese periódico, señor Javier Moreno, le afirmó a Caracol Radio que «ha sido la carta más extraña» que ha recibido, pues dice no comprender la intención del gerente de la campaña presidencial de Iván Duque, al pedirle que no brinde espacios a voces como la del senador Iván Cepeda, a quien calificó en este mismo escrito como «demonio, lobo, verdugo, inquisidor moderno» e incluso «líder de la guerrilla parlamentaria». 

Amable lector, seguramente pasé por alto algunos otros osos, pero el espacio de un artículo no permite abordar todos los que en nuestra patria brotan por doquier.