Por Ramón Elejalde Arbeláez
Esta semana el gobernador encargado de Antioquia, doctor Luís Fernando Suárez Vélez, suscribió con la Minga indígena del Departamento un acuerdo, luego de un diálogo sincero, cordial y productivo. La Minga llegó a Medellín al amanecer del pasado martes y vinieron desde distintos puntos de Antioquia. En el Coliseo “Carlos Mauro Hoyos” de la ciudad y cedido por el alcalde de Medellín, doctor Daniel Quintero Calle, se congregaron un poco más de setecientos de ellos.
El traslado de la Minga a la ciudad capital del Departamento no estuvo exento de prevenciones y críticas. En redes sociales se escucharon frases destempladas e implorantes en el sentido de que les impidieran su ingreso a Medellín. Un trino afortunado del Gobernador desarmó los espíritus: “Ante la comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas de Antioquia y otras versiones que he conocido, debo reiterar mi invitación y disposición al diálogo. Somos respetuosos de la protesta pacífica, no he ordenado bloquear la marcha ni enviado Esmad a ningún lado. ¡ Conversemos!” Ese contundente mensaje no solamente bajó los ánimos de quienes se oponían al ingreso de los indígenas a Medellín, sino que los mismos marchantes, que un día antes habían manifestado “No querer reunirse con el Gobernador”, terminaron aceptando la invitación a conversar.
Marcharon solos, sin otros sectores que protestan. Lo hicieron en orden, con disciplina y mucha alegría y lo más importante, en forma pacífica. Sus representantes fueron recibidos en las oficinas del Consejo de Gobierno del Departamento, donde realizaron parte de las conversaciones. La Minga recibió a las autoridades civiles y militares. Dialogaron con respeto y sinceridad.
Este jueves, dos días después de su arribo, suscribieron un gran acuerdo con el gobernador (e) Luis Fernando Suárez. Allí se pactaron aspectos que tienen que ver con la salud, la educación, la vivienda, el medio ambiente, los derechos humanos y una vida digna. Por ejemplo lograron la promesa de que les serán nombrados 34 promotores rurales de salud para los distintos cabildos, que tengan conocimientos en vacunación; adjudicación de 30 becas anuales del Fondo Gilberto Echeverri Mejía para estudiantes de las comunidades indígenas que pasen a la Universidad; ayuda en el proceso de desminado con el apoyo de las fuerzas armadas y el Gobierno Nacional; capacitación a la guardia indígena en primeros auxilios y derechos humanos y a las mujeres en temas de género; financiar proyectos de agua potable; construir 150 viviendas y mejorar 200. Estas son algunas de las conquistas de la Minga y de los compromisos del Gobierno de Antioquia.
Este viernes, luego de su visita a la capital y de lograr pacíficamente sus objetivos, los indígenas retornaron a sus lugares de origen. El ejemplo es patético, la lección queda aprendida. El diálogo y el respeto por la protesta pacífica se imponen. La violencia, venga de donde provenga, no tiene buen final,
El Gobierno de Antioquia se lució y demostró que conversando nos podemos entender. ¡Bien por la Minga indígena! ¡Bien por Luis Fernando Suárez y sus compañeros de Gobierno!
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