3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Despojados hasta de los íconos 

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez (foto) 

Define la Academia de la Lengua Española la palabra ícono, entre otras, como el “Signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado”. El partido liberal ha tenido entre sus íconos a la figura insigne de Jorge Eliécer Gaitán. No faltaba 9 de abril que la organización y la militancia de ese otrora gran partido, recordara con actos alusivos, la muerte del caudillo acaecida el día citado del año 1948 y que desató una terrible época de violencia política en Colombia.  

Recuerdo a los movimientos políticos que dirigieron en Antioquia Bernardo Guerra Serna y William Jaramillo Gómez, celebrar esa efeméride en el parque Gaitán del barrio Manrique de Medellín. Con devoción y recogimiento entre dirigentes y militantes se le rendía homenaje a esa figura cimera del pensamiento liberal. Se rememoraba su historia, se recontaban sus anécdotas, se escuchaban sus discursos y ante su estatua se depositaban ofrendas florales. Esos actos se replicaban en casi todo el país en forma fervorosa. La Dirección Liberal hacía del acto una solemnidad para recordar al caudillo y para promover las ideas liberales. Todo eso se ha venido perdiendo en el tiempo y el partido liberal, el que dice ser heredero de las ideas de Uribe Uribe y Jorge Eliécer Gaitán, ya ni de sus íconos históricos se acuerda. Le dejaron toda la responsabilidad al “recorderis” que en redes sociales hizo el historiador Rodrigo Llano, quien funge como Veedor del partido y a un Twitter del Partido, en esta red social. Duele el olvido a Gaitán por parte de los liberales, pero pareciera ser la demostración que la otrora gloriosa colectividad roja va camino a un ostracismo total y definitivo. Ya ni las ideas liberales defiende. 

Pero la historia es más dolorosa de lo hasta aquí dicho. Ya Gaitán como símbolo del partido liberal se diluye por nuestra culpa y por el apoderamiento que del mismo vienen haciendo colectividades de la izquierda democrática como la Colombia Humana. Ya dejamos que otras fuerzas nos arrebataran ese patrimonio histórico, que era exclusividad nuestra. Obvio, lo mismo ha venido sucediendo con las ideas y las propuestas de cambio que históricamente defendió el liberalismo dentro de su ideario. Hoy somos una minoría raquítica, sin propuestas, que estamos cediendo el lugar histórico que hemos ostentado en el espectro ideológico colombiano. 

Es tal nuestra depauperación política que mira uno desolado como en el panorama no existen candidatos del partido a las gobernaciones y alcaldías más importantes de Colombia. Nos quedan pequeños municipios donde aún hay crédulos banderizos de importancia, pero en minoría desoladora.  

¿Dónde quedó el partido? ¿Dónde sus ídolos y sus símbolos? ¿Dónde sus ideas? 

Los soñadores seguiremos allí, esperando que emerja una figura salvadora que recupere las ideas socialdemócratas para beneficio de los más desfavorecidos por la suerte y de los excluidos social y económicamente, razón de ser del liberalismo colombiano.