4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Campeones en cultivos de coca

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

La información que esta semana entregó el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), que es una dependencia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC), indicando un incremento del 43 % en las áreas sembradas con coca en Colombia, durante el año 2021, es una pésima noticia para el país y un dolor de cabeza mayúsculo para el mundo que día a día pierde espacio en la lucha contra el narcotráfico. Los Estados productores y consumidores de alucinógenos, todos los días ponen más y más muertos, pero igualmente los envenenadores de la humanidad ganan diariamente más espacio y más dinero. La humanidad acorralada por los narcotraficantes. 

Estos resultados nos otorgan la horrorosa distinción de ser los primeros productores de coca del mundo. Pasamos en un año de tener ciento cuarenta y tres mil hectáreas de cultivos de coca a doscientos cuatro mil, casi que nos duplicamos. Al igual que existió un incremento exponencial de cultivos, la producción de cocaína llegó a niveles jamás pensados en el país, pues alcanzamos un histórico de mil cuatrocientas toneladas de ese polvo maldito. 

Señala en informe de las Naciones Unidas que más del 60 % de la producción se concentra en los departamentos de Nariño, Norte de Santander y Putumayo y que: “El 45 % del total de la coca se concentra en solo diez municipios. En estas regiones, en años anteriores, se reportó una reducción en el área con coca, asociada en gran medida con la intervención de la erradicación forzosa. Sin embargo, las dificultades para sostener este tipo de mecanismos y la falta de medidas complementarias que logren cambiar las condiciones de vulnerabilidad, resultaron en el aumento del área sembrada en el 2021″. El informe de la ONU termina reconociendo que en Colombia tenemos ciento ochenta y un municipios afectados por la siembra de cocaína y que Tibú es el lugar de Colombia con más hectáreas de estos cultivos.  

El informe trae varias alertas: 1. Los peligros que representan estos incrementos en departamentos como Chocó y Cauca y, 2. Sobre la proliferación de estos cultivos en zonas limítrofes con otros Estados o cercanas al mar y en tierras de comunidades negras o en zonas de reserva forestal, lo que convierte a los cultivadores en los grandes depredadores de los bosques colombianos. Mientras producir comida o conservar bosques sea menos rentable que cultivar matas de coca, no existe manera de ganar la batalla.  

El informe deja muy mal parado al Gobierno que presidió Iván Duque, pero igualmente invita a una gran reflexión de la comunidad nacional e internacional frente al actual modelo de guerra en contra del narcotráfico que día a día es más ineficaz e ineficiente. Es una lucha inútil que no pareciera tener un final feliz y que va dejando por todo el mundo una estela de muerte, adictos y corrupción. Nuevos liderazgos, nuevas ideas, propuestas audaces, requiere el mundo en este momento. No creo que la única solución sea bala y glifosato, esas herramientas ya fueron ensayadas y resultaron un fracaso y para muestra el informe de las Naciones Unidas que esta semana conocimos y que aquí comento.