3 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Alminar: ¡Fusil sanitario!

 

¿Será ésta la única forma de enderezar un Estado administrado por delincuentes?

 “El socialismo no es el paraíso es el infierno.” Aforismo deducido de un texto de Mario Vargas Llosa.

Por José León Jaramillo Jaramillo (foto)

Sin educación, sin justicia, sin salud y en medio de una corrupción galopante que permeó a todas las ramas del poder público y que se roba más de 50 billones de pesos al año de sus contribuyentes, un Estado no puede funcionar, ni sus ciudadanos esperar un futuro promisorio para ellos ni para sus hijos, pues lo único que estos pueden esperar es que la familia nepote de Petro, como la de Daniel Ortega, termine de destruir el Estado y lo convierta, como lo hicieron sus socios con Cuba y Venezuela, en el infierno, en una ratonera inmunda, sumida en la miseria, el odio, la violencia, la inseguridad, el hambre, la represión, la tortura, la injusticia y el caos más espantosos.

Otro país como Colombia o Venezuela, podrido en la corrupción y sumido en la miseria, era SINGAPUR, pero superó estos flagelos no con educación, sino con un gobierno dictatorial que entendió que un país sin justicia, en manos de los delincuentes y de los narcotraficantes como Colombia, donde no se respetan las leyes, un país que no combate el delito sino que vive de él, no es viable, es un Estado fallido y que solamente respetando el ordenamiento (las reglas del juego) un Estado podría prosperar y ofrecerles un futuro mejor a sus gobernados, adoptó la decisión, hace 10 años, de acabar de manera radical con esos  flagelos, el de la corrupción y el del narcotráfico.

En ese momento, según Extraordinario, había en Singapur “…500.000 presos, 6 MESES DESPUÉS…quedaban 50.  Todos los criminales… y toda figura pública corrupta: políticos, policías, militares…”, comerciantes y empresarios, los que no huyeron, “…fueron fusilados con pruebas solidas que los involucraban. El mensaje del gobierno del PAP (Partido de Pueblo), en todos los medios, advertía que EL PAÍS TENÍA UN CÁNCER y que la única solución era extirparlo. La familia en cuyo seno había familiares extirpados se entendía como peligro para la nación y se la controlaba. Después de haber realizado la limpieza del país se reestructuró el sistema político, judicial y penal y se convocó a elecciones. …Hoy  Singapur es uno de los países…”democráticos “… más seguros  y desarrollados para vivir”.  Allí hay cero tolerancia con el crimen, se mantiene la pena de muerte para los narcotraficantes o la cadena perpetua con trabajos forzados. No hay palacios por cárceles ni oficinas del crimen organizado, administradas por corruptos y hacinadas de delincuentes. Es decir, no existen allí las mal llamadas cárceles que funcionan en Colombia.

La lucha contra el crimen organizado no es únicamente contra los ejércitos narcoterroristas cubanos de las FARC y del ELN,  los narcotraficantes y los jefes de las bandas criminales, pues la lucha debe adelantarse igualmente contra todos los militares, policías, jueces, magistrados, comerciantes, empresarios y ciudadanos involucrados con el crimen organizado y con cualquier otra actividad ilícita o corrupta.

Ahora bien, la seguridad democrática fracasó rotundamente, porque concentró sus esfuerzos únicamente en perseguir a la corrupción proveniente del narcotráfico y de las guerrillas cubanas, pero descuidó totalmente a la otra corrupción, a la del RÉGIMEN, qué es peor que la de la guerrilla y el narcotráfico juntos y consecuencialmente la responsable de todos los males de la república.

Esa lucha se debe complementar con educación y la educación sólo puede brindarse en el hogar, con el ejemplo y fomentando valores (honestidad, honradez, verdad, justicia, caridad, paciencia, decencia, etc.)  Un niño que acompaña a sus padres a pedir, está condenado a ser un mendigo toda su vida. Un niño que sólo oye a su padre hablar de coronadas terminará dedicado al narcotráfico. Aquellos niños quienes, por el contrario, ven a sus padres estudiando y trabajando serán excelentes profesionales y  los que ven a sus padres romperse el lomo para llevarles un plato de comida, se partirán ellos también el suyo, para llevarles ese plato de comida a sus hijos.

¿Será que la única solución para superar los graves problemas de la república está como en Singapur en un fusil sanitario? ¿Acabaría ese fusil con los asesinatos de líderes sociales?  ¿Dónde preferiría usted, amable lector, que sus hijos vivieran, en país como Singapur o en un país como Colombia, en manos de un Petrochenko, el candidato de Raúl?

Coletilla Nro. 1. MACIAS.- No obstante que aplaudí, a rabiar, al doctor Ernesto Macías Tovar, por su excelente discurso durante la posesión del Presidente Duque, pues pensaba lo contrario a lo que pensaba la oposición. Es decir, era partidario de que se dijera la verdad y se denunciaran todas las vagabunderías, engaños y jugaditas del Nobel de la corrupción. Ahora, por el contrario, creo que, con su jugadita, el senador Macias nos brindó un pésimo ejemplo a todos los colombianos y sobre todo a los niños, quienes también oyeron sus palabras y entendieron que un hombre inteligente es el que deshonra las reglas del juego, como Santrich y asociados y les hace jugaditas a sus contrapartes, a sus opositores. Es más, el Presidente no debió haber utilizado la oportunidad que le brindó Macias, la de irse a su Palacio, sino que debió permanecer en el recinto, escuchando con respeto a la oposición y si tenía algo que controvertirle a ésta, bien podía haberlo hecho cuando aquella finalizara su intervención o posteriormente, a través de los medios a su servicio.

Coletilla Nro. 2. MINISTRA DE EDUCACIÓN- Hay que reconocer que el Gobierno está empezando a mostrar resultados. Las modificaciones, por ejemplo, al muy cuestionado, cuando no corrupto, Sistema de Aseguramiento de la Calidad que les hacía dilapidar millones a las universidades, fue una medida muy acertada, de la señora Ministra. Ministra, por ahí es la cosa.

Coletilla Nro. 3. UDEM.- Para nadie es un secreto que el matrimonio político entre  el senador Iván Agudelo Zapata y Néstor Hincapié Vargas, el muy cuestionado rector de la UDEM, terminó y de qué manera, lo que debía tener muy preocupado al avivado rector, porque Agudelo era el que le solucionaba todos los problemas de la universidad con el Ministerio de Educación, ello pues Agudelo era el presidente de la Comisión Sexta, la encargada, entre otros asuntos, de los relativos a la EDUCACIÓN, pero como decimos los paisas ¿para qué son los amigos? y, como todo se sabe, nos enteramos, un poco tarde, de que el senador JULIÁN BEDOYA PULGARÍN, el del grado “exprés”, el nuevo socio político del grupo político de liberales de la Universidad de Medellín, contribuyó con sus luces a desbancar a Agudelo de la presidencia de esa comisión, la que fue asumida por el senador Serpa y lo más interesante fue que el mismo Julián Bedoya Pulgarín pasó a integrarla, desechando para ello la comisión cuarta, la del billete, tan apetecida por la mayoría de los senadores y parlamentarios, ello gracias al cupo vacante que dejó en esa comisión sexta el senador Leónidas Gómez. ¿Será que el billete está es en la educación? ¿Podrá Bedoya dedicarse al tráfico de influencias ante el Mineducación para continuar enderezándole los enredos a la U de M, a la universidad de Néstor y los suyos, como el de su cuestionado grado de “abogado”? Apuesto a que sí.

Coletilla Nro. 4. GAVIRIA.- Cree usted amable lector que si en Colombia existiera el PAP, el Partido del Pueblo de Singapur ¿fusilaría a Gaviria? si su respuesta es afirmativa no vote por él para Gobernador.  Yo no veo por quién votar. Me gusta Guerra pero no votaré por un candidato del GEA, pues a todos los involucrados, con Antofagasta, Bonyic, Hidroituango, Ptar, los Cururos, Orbitel y Une, entre otros torcidos inmundos, yo también los fusilaría. Por ahora, no pienso votar sino por la única política decente que conozco, por la doctora MARÍA PAULINA AGUINAGA LEZCANO, para  el Concejo de Medellín, como voz disidente de la corrupción, que amenaza con destruir lo poco que nos queda de país. ¡Amanecerá y veremos!