Pedro se acordó de esta frase que le dijo Jesús… Y así sucedió.
Se le puede aplicar a Federico Restrepo, el nuevo rector de la Universidad de Medellín, reconocido fajardista hasta la médula.
Restrepo ya negó al candidato presidencial, tal vez para quitarse de encima a los críticos y a los estudiantes quienes no querían de rector a un político…
Restrepo Posada es un ingeniero antioqueño que llegó al sector público de la mano de Sergio Fajardo, de quien es muy, pero muy cercano.
Durante 23 años trabajó en la firma consultora en ingeniería Integral, una empresa muy vinculada al Grupo Empresarial Antioqueño y una de las grandes contratistas de Empresas Públicas de Medellín.
Federico está con Fajardo desde el 2002 cuando acompañó su candidatura a la alcaldía de Medellín. Desde un primer momento y por eso es señalado como uno de los fundadores de lo que se convirtió en Compromiso Ciudadano.
Fajardo lo llevó como director de Planeación de Medellín, y luego lo nombró miembro de la junta directiva de EPM.
En 2006 renunció para asesorar la candidatura a la alcaldía de Alonso Salazar y se convirtió en jefe de esa campaña.
Salazar, el aspirante fajardista, le ganó a Luis Pérez en unas reñidas elecciones. Y el nuevo alcalde nombró a Restrepo en la gerencia general de EPM, en remplazo de Juan Felipe Gaviria (Q.E.P.D.).
En 2011, después de Fajardo haber ganado las elecciones a la Gobernación, pasó a ser uno de sus tres asesores de confianza, junto con Horacio Vélez e Iván Marulanda.
Pero en 2012, después de sonar como posible ministro de Transporte de Santos, pasó a gerenciar el proyecto Autopistas de La Prosperidad, un cargo que le dio Santos al fajardismo para acercarse a la principal alternativa al uribismo en Antioquia.
Después, y justo a tiempo para no quedar inhabilitado en las elecciones regionales de 2015, renunció a ese cargo en octubre de 2014.
Con el apoyo del fajardismo, anunció en ese momento su aspiración a la gobernación de Antioquia sin el aval de un partido. En esa campaña terminó de tercero con el 19 % de los votos.
Y en la última campaña presidencial, trabajó como gerente de su entrañable Sergio Fajardo, a quien ahora niega, como Pedro lo hizo con Jesús… Ese es el arte de la política, negarlo todo para alcanzar aspiraciones.
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