26 abril, 2024

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Vistazo a los hechos: Rigo, ejemplo de vida, de sacrificio y de alegría

Gabriel zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

Uno de los ciclistas que más nos han hecho sentir orgullosos de su carrera profesional, como persona y como deportista, es sin duda el antioqueño Rigoberto Urán, un hombre íntegro en todo el sentido de la palabra, verdadero ejemplo en su vida particular como hijo, papá, esposo y amigo. 

Nos dio mucha alegría verlo este viernes en las calles de Japón, disputando las medallas de los Juegos Olímpicos en la modalidad de ruta, al lado de los más grandes pedalistas del mundo y, como siempre, al final, reconociendo con alegría y gallardía el triunfo de los demás, como todo un caballero. 

Y nos llenó también de mucho orgullo ver esa forma como luchó en el Tour de Francia que acaba de terminar, dejando regados a todo lo largo de la carretera los últimos restos de su esfuerzo, con el sello propio de un hombre que se entrega con alma, corazón y vida a cada reto que su bicicleta le pone en una carretera.  

Rigoberto Urán terminó de octavo en la competencia del ciclismo de ruta de los Juegos Olímpicos de Tokio, que fue ganada por el ecuatoriano Richard Carapaz, la plata quedó en poder de Wout van Aert y el bronce se lo colgó Tadej Pogacar, el flamante bicampeón del Tour de Francia. 

Y como siempre, la distinción en la palabra, el sello de la caballerosidad frente al triunfo de sus rivales-amigos, para decir con su sonrisa a flor de labio: – “la carretera es igual para todo el mundo, la carretera y la bicicleta lo ponen a uno donde debe estar”. 

Aún sudoroso y agitado por el esfuerzo el interminable Rigo se atrevió a decir que “seguiremos luchando y vamos para París 2024, por la quinta olimpiada. A seguir camellando… Dimos todo. Luchamos mucho en la subida. Quedamos un grupo bueno. Al fin y al cabo, estas olimpiadas son de contar con buena suerte y estar en el corte que es. Creo que la luchamos, dimos lo máximo y quedamos contentos con el resultado. No logramos la medalla, pero se dio todo». 

Y luego de felicitar a Richard Garapaz, dijo: «Las olimpiadas siempre son un circuito, esta fue en línea y con mucha montaña. Era dura para todos. Teníamos buenas opciones, luchamos y lo dimos todo. Quedamos tranquilos. Estoy feliz porque gana un amigo, un conocido como Richard Carapaz para Ecuador. La carretera y la bicicleta, lo ponen a uno en el lugar que es», dijo.  

Qué alegría saber que nuestro querido Rigo ya se ganó un lugar de prestigio y respeto en la galería excepcional de los mejores ciclistas de la historia de Colombia al lado del gran Lucho Herrera, Fabio Parra, “Cochise” Rodríguez, el mismo Nairo Quintana, Alfonso Flórez y de muchos otros que como este grandioso paisa, el Urán de Urrao, han escrito con letras de oro el nombre de Colombia en el exclusivo universo del deporte del pedal. 

Recuerda la historia que mucho antes de llegar a ser un consagrado dentro del ciclismo colombiano y mundial, Rigoberto Urán le dijo a un amigo: «Algún día, voy a estar corriendo allá». Juntos, miraban por TV imágenes del Tour de Francia. Nadie creía en esos tiempos que ese joven nacido en Urrao el 26 de enero de 1987 llegaría tan lejos. 

Sin embargo, demostró que con esfuerzo, trabajo y sacrificio todo es posible, aun pasando por momentos muy difíciles. Uno de ellos fue, nada menos, que la muerte de su padre, quien falleció asesinado por un grupo de paramilitares en los años donde Colombia sufría por la guerra interna. 

Rigo, como le decían, tuvo que tomar en ese momento una decisión: seguir con la bicicleta o dedicarse a buscar un trabajo para ayudar a su familia. Y lo hizo: durante un tiempo, vendió billetes de lotería. Pero el amor por el ciclismo fue más fuerte. Ese amor, esa pasión por el deporte de las dos ruedas, llegó justamente desde su padre. Fue él quien lo motivó a correr desde chico, aunque el joven Rigoberto ya mostraba interés en el deporte. De hecho, practicó fútbol y natación antes de probar con el ciclismo. 

A los 15 años, ya estaba bajo el radar de la Liga Antioqueña de Ciclismo y fue convocado para participar dentro de sus selecciones. Y a partir de allí, vendrían los éxitos. El primer logro importante fue la conquista, en el año 2004, de la Vuelta del Porvenir. 

Luego llegaría a Italia 2013 y 2014 y el segundo escalón del podio en el Tour de Francia de 2017. Lejos de conformarse con esas conquistas, Urán hizo historia también con la selección Colombia, cuando en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 obtuvo la medalla de plata en la prueba de ciclismo de ruta. Y luego su cadena de triunfos y de éxitos. 

Rigoberto Urán, el pedalista antioqueño, ha alcanzado grandes triunfos en su carrera deportiva y ha llegado al corazón de los colombianos por su carisma y su simpática y coloquial manera de expresarse frente a sus triunfos y derrotas, así como sus opiniones frente a la política y temas nacionales. 

Con una historia de vida, no muy lejana a la que muchos colombianos han tenido que afrontar, Rigo, como lo conocemos, es ejemplo de superación, de dedicación y éxito.