4 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Doña Carolina Ardila, ¿más de lo mismo?

Carlos Mario Restrepo

Por Carlos Mario Restrepo 

·      De donde se saca y no se echa, se acaba la cosecha.

El club Atlético Nacional está cerrando en este campeonato una página triste y vergonzosa como una de las participaciones más humillantes de su historia.

Aquel gran equipo respetado en todos los estadios nacionales y del exterior como el elenco orgullo de todo un pueblo y llamado por méritos propios el Rey de Copas, hoy es tristemente el Rey de Burlas.

Sus propietarios y directivos se nublaron, perdieron el norte y pensaron que con un grupo de jugadores jóvenes acompañados de otros envejecidos y con malas contrataciones podían seguir brillando en el torneo del fútbol colombiano.

En Nacional sus directivos se olvidaron de su hinchada como el gran socio estratégico que lo ha acompañado por años.

Tiene plena aplicación la anécdota de los socios de la vaca, según la cual uno de ellos se apropió de su parte delantera correspondiéndole su alimentación, mientras al otro le tocó quedarse con la parte trasera, es decir con el producto en la venta de la leche.

Todos los aficionados estamos con mucha expectativa sobre las nuevas y grandes decisiones que se deben tomar en esta importante institución del fútbol colombiano.

Porque el desastre no se puede repetir. En el torneo 2024 Nacional pasó sin ganarles a sus tres grandes contendores: Millonarios, América y al Independiente Medellín.

Fue eliminado de la Copa Libertadores de América en la primera fase por el equipo colero del torneo paraguayo y además goleado en el Atanasio Girardot. Goleado por su vecino de patio 5- 0, el poderoso Independiente Medellín, y eliminado de la liguilla final faltando dos fechas para terminar el torneo.

Las contrataciones, pésimas por decir lo menos, jugadores traídos para reforzar el equipo. Algunos de ellos fueron borrados del primer equipo y otros llevados al banco de los suplentes.

El nombramiento de un nuevo presidente sin ninguna trayectoria en el fútbol, sin autonomía al interior de la institución y sin un plan de trabajo, se puede traducir en un nuevo fracaso si las decisiones continúan tomándose por parte de la señora Carolina Ardila, más en su propio beneficio y de su empresa Élite Player.

¿Doña Carolina, más de lo mismo?