9 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: ¿Quién le cree a Petro que no se quedará en el 2026?

Por Gabriel Zapata Correa 

El principal problema que tiene el presidente Petro es la falta absoluta de credibilidad, reflejada en la desconfianza que tiene la comunidad en él. Y esta desconfianza se ha reafirmado por sus constantes ataques a las instituciones, especialmente a la Corte Suprema de Justicia, a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría General.

El principal hecho que desnudó ese deprecio por la Corte Suprema de Justicia se derivó del asedio al Palacio de Justicia el pasado 7 de febrero, cuyas características violentas fueron negadas por el mandatario, pese a los diversos videos publicados por los medios de comunicación, y a los testimonios de los mismos magistrados quienes sostienen que se sintieron en alto riesgo.

Como la comunidad ya está acostumbrada a que el presidente Petro sale a negar o a controvertir las realidades que vive el país, ya la gente optó por no creerle.

Su última salida en falso, fue luego de las multitudinarias marchas en su contra del pasado 8 de marzo, cuando criticó a quienes se manifestaron contra su Gobierno en diferentes ciudades: “no quieren cambiar el país… Siempre habrá fuerzas que, saliendo de los privilegios, no quieren perderlos. Pero las fuerzas volcánicas de la sociedad colombiana indudablemente quieren una transformación de Colombia porque no se vive bien”.

Pero no satisfecho con estas afirmaciones, el presidente hizo una declaración más osada, pues calificó a los miles de centenares de personas que salieron a protestar, de pertenecer a la extrema derecha.

De visita en el municipio de San Pablo, en Nariño, donde presentó el programa de territorios de la reforma agraria este jueves, el presidente reaccionó a las multitudinarias protestas contra su Gobierno en diferentes partes del país y aseguró que quienes marcharon hacen parte de “la extrema derecha”.

A través de un mensaje en la red social X (antes Twitter), en el que se ven centenares de campesinos y seguidores que se agolparon para recibirlo, el jefe de Estado declaró que, pese al “gran esfuerzo de los medios de comunicación”, ese recibimiento en el estadio Antonio Nariño “superó la mayoría de manifestaciones de la extrema derecha de ayer”.

Esta clase de actitudes del presidente molesta a la gente de la calle, que no se considera de ninguna marca política, pero que siente los desaciertos de su gobierno y la ausencia total de mandato en los territorios. Por eso nadie le cree.

Y desde ese mismo pueblo soltó otra frase que desató polémica al hablar de su continuidad presidencial: “En el 2026 tenemos que volver a ganar”. Es indudable que Petro dejó en el aire la posibilidad de extender su mandato. Y por eso provocó una intensa polémica al referirse a la posibilidad de seguir en el poder para el próximo periodo presidencial. Sus declaraciones, cargadas de determinación y visión política, generaron una ola de reacciones encontradas en todo el país. Y con toda razón. Porque enfatizó en la importancia de continuar con el proyecto que lidera y de mantenerse en la presidencia más allá del actual mandato. Sus palabras resonaron con fuerza entre sus seguidores, pero también desataron críticas y debates en aquellos que cuestionan su gestión.

“¿Fuera Petro?”, expresó el presidente con firmeza, refiriéndose a los opositores de su Gobierno, que salieron a marchar en contra de las reformas y escándalos políticos, por lo que reclaman su salida del poder. “Pues claro, ¿qué voy a salir del Palacio de Nariño? Si no me gusta ni cinco, ni más faltaba que me vaya de ahí”, continuó, diciendo en tono desafiante.

Luego dijo otra frase que tampoco arroja claridad sobre su posición: “Ahí llega la fuerza progresista para profundizar la democratización de Colombia, la posibilidad de la paz. Ahí no podemos retroceder ni un paso”, señaló el mandatario.

Y volvió con esa argumentación con la cual atiza la lucha de clases: “La oligarquía no saca a Petro del Gobierno porque lo eligió el pueblo y el pueblo va a volver a elegir y no se puede equivocar”, declaró con firmeza el mandatario.

Si ustedes se ponen a analizar el juego de palabras de Petro verán que siempre acude a la ambigüedad, porque esa es su estrategia. ¿Se queda o se va? ¿O buscará otro gobierno en cuerpo ajeno?

Por eso es que los colombianos no creen en su palabra.