13 mayo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: Perdió en el Congreso y perdió en la calle

Por Gabriel Zapata Correa (foto)

Cuando acaba de cumplir diez meses en el gobierno, el presidente Petro enfrentó esta semana que termina, tal vez la peor que hubiera podido soñar en su carrera política, y sus aliados políticos sufrieron un golpe duro que no se imaginaban, por sus reveses en el Congreso.

En contraste, es muy complicado el panorama que tanto el presidente Petro, como sus aliados del Pacto Histórico y otros grupos leales ofrecen ahora, con el que nos pintaban cuando comenzó el gobierno, con un Roy Barreras amenazando con una coalición indestructible y un mandatario cantando victoria por anticipado con unas reformas sociales que llevaban el mensaje de tierra arrasada.

Paralelamente, el presidente acompañaba el proceso de sus reformas sociales en el Congreso, con el discurso en el balcón, convocando a las gentes que lo acompañaran en las calles para presionar la aprobación de sus proyectos en el legislativo.

Con el discurso populista que se le conoce, llamando a la lucha de clases, y poniendo de por medio a los ricos y a los empresarios, como culpables de todo que le pasa a Colombia, al mejor estilo de Chávez y Maduro, el presidente Petro se presumía de un poder de convocatoria que le allanaría el camino hacia su revolución. Pero la política, como los partidos de fútbol, hay que jugarlos…

Antes que el Congreso entrara en la recta final de esta jornada legislativa, el presidente Petro realizó una convocatoria desde el balcón, para que el pueblo saliera a las calles en todo el país. Pero tan solo le respondieron 20 mil personas a nivel nacional, según los registros oficiales de la Policía. Pero este registro no sorprendió, porque una semana antes una encuesta ubicaba ya la aceptación de la gestión de Petro en tan solo 31 puntos, la peor para cualquier presidente en la historia del país apenas comenzando gobierno. Esta foto es importante tenerla en cuenta para lo que vendría después.

Porque casi en la misma línea de tiempo, y el mismo martes 20 que culminaban las jornadas legislativas, cuando se le hundía la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado, 92 mil personas circulaban por las calles de las principales ciudades del país para rechazar las propuestas del presidente Petro y su gestión realizada hasta el momento.

Creemos que el cálculo de la Policía es generoso con el Gobierno. Porque acá en Medellín salieron 43 mil personas, más las 33 mil de Bogotá, y los ríos de gente de Manizales, Bucaramanga, Cali y Barranquilla. Pero la discusión o es cuestión de números, como quedó  demostrado.

Esta es una gran derrota para el presidente Petro. Pero vale anotar que algunos políticos y dirigentes sostienen que esta es una marcha de la ultraderecha. En realidad, decenas de personas entrevistadas por los medios exponían sus inquietudes y problemas, que no tienen colores políticos. Esa discusión queda para los tablados políticos donde se juegan otros intereses, no para el escenario de la calle donde la comunidad quiere expresar sus inquietudes sin línea política.

Pero el otro golpe para el presidente Petro lo sufrió en el Congreso. No solo se le hundió la reforma laboral, que ni siquiera pasó en Comisión Séptima, sino que por iniciativa del mismo ministro del Interior, Fernando Velasco, las demás reformas, la pensional y la salud, se radicarán el próximo 20 de julio.

Le fracasó al gobierno la gran coalición anunciada por Roy Barreras como indestructible y durante las últimas semanas tampoco le funcionó el lobby de la “mermelada individual” con los congresistas de los partidos Conservador, Liberal, Cambio Radical y la U.

Los jefes de los partidos fueron encerrando al presidente Petro. Y en este momento, si quiere sacar adelante sus reformas en la segunda legislatura de este año, tendrá que negociarlas, tal como lo acepta el ministro del Interior, Fernando Velasco. Porque sabe que tampoco tiene la gobernabilidad en la calle que él presumía.

El ministro Velasco ha sido realista. Dice que la mayoría que tiene el Gobierno en el Congreso es débil, y que tiene que haber una negociación con los partidos para lograr una coalición mucho más sólida que la que acaba de diluirse, como el agua entre las manos. Y para lograrla, el Gobierno tiene que negociar, y para negociar, tiene que ceder… ¿En qué y cómo?

Otro punto que debilitó la gobernabilidad del presidente Petro, tiene que ver con los escándalos que se iniciaron con su exembajador en Venezuela, Armando Benedetti, y siguieron con las maletas de Laura Sarabia y el suicidio del coronel Oscar Dávila. ¿Cuál será el alcance de estos escándalos? Es muy posible que no toquen al presidente Petro, pero si continuará afectando su gobernabilidad.

Creemos que la situación del Gobierno es crítica, las mayorías en el Congreso no están claras, y se desfonda la credibilidad del presidente.

Confiemos en su olfato político y en que saque a relucir su capacidad de concertar. Porque el presidente va perdiendo en el Congreso y en la calle, y los colombianos también.